25 años del CB Murcia
Entrevista a Daniel Barceló
Pedro Serrano  | 07.04.2011 - 13:33h.
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Pedro Serrano  | 07.04.2011 - 13:33h.


Recordemos hoy la historia del CB Murcia en la visión de su actual Gerente, Daniel Barceló, que lo ha sido desde un año después de nacer el club. Todas las posiciones son valiosas para completar el enorme mosaico de este equipo a lo largo de 25 años, y muy interesante debe ser, por tanto, la posición de alguien que ha permanecido en el club tras sus muchos vaivenes, tras las idas y venidas de propietarios en las oficinas y tras los ascensos y descensos en la pista. Daniel Barceló tiene muchas, muchísimas cosas que contar sobre el CB Murcia, y mientras voy al Palacio de los Deportes para hablar con él, sólo temo no tener suficiente espacio para grabar en el MP3 o que se me quede sin batería en el mejor momento. Desde que le planteé a Daniel la posibilidad de entrevistarle, él se mostró totalmente dispuesto y no tuvo ningún problema ni en el día ni la hora. Durante la entrevista, que como me esperaba, fue muy larga, dejó de atender varias llamadas para no perder el hilo de lo que estábamos hablando.


Hoy no traigo ni el ordenador ni mis papeles, sólo la grabadora: he comprobado en las otras entrevistas que por muy preparada que la lleve, al final la conversación toma sus propios derroteros, y más con personas que tienen tanto de qué hablar. De hecho, nada más sentarme ya nos arrancamos a recordar el pasado: “Yo es que aquí he tocado todo…”, empieza diciendo Daniel, “es decir, este club va camino de los 26 y yo de los 25… Entré un año después de que el club se funde, pero soy socio desde el año 85, igual que toda mi familia”.


Basketme.com: Venías del fútbol, ¿verdad?


Daniel Barceló: Sí, yo era el Secretario Técnico del Real Murcia y Juan Valverde era el Presidente. Pardo Cano tuvo que dejar la presidencia por problemas personales y yo tuve que hacer el equipo en la temporada 1985/86, que además ascendimos a Primera División. Ese fue mi último año en el Real Murcia, después de 20 años en los que había sido entrenador de todas las categorías hasta llegar a entrenador ayudante en el primer equipo, y haciendo “scouting”, y también como Secretario Técnico. Ese año, en 1985, se funda el Juver. ¿Sabes de dónde sale…?


B: Sí, sí. Lo hemos contado en otras entrevistas, como la de González Barnés y la de Felipe Coello, y en el artículo que escribió Manrique Cos (Barceló y yo empezamos a decir nombres alternativamente: Pedro Ruíz Morales, Gregorio Serna, González Barnés, Frank Espinosa, Manrique Cos, Santiago García…).


D: Sí, era gente que había sido siempre del baloncesto en Murcia, que venían de Maristas también… Ellos le van con la historia a Juan (Valverde), entonces dueño de Zumos Juver, y que ya había patrocinado en baloncesto al Español de Barcelona. Van con la intención de que Juver sea el patrocinador del equipo porque el baloncesto siempre había estado en un plano secundario. El baloncesto de más nivel en la región siempre había estado enfocado más hacia Cartagena, porque venían a hacer la “mili”, venían jugadores y ellos los metían… (Nos reímos). Y bueno, toda esta gente, que eran unos enamorados del baloncesto y que habían jugado a todos los niveles, pues claro, tenían un techo y no tenían el potencial para seguir. Juan (Valverde) se dejó el fútbol en septiembre y aportó una cantidad que en un principio era suficiente, pero luego aportó más cuando vino Randy Owens. Entonces se da la lucha Murcia-Cartagena porque sólo había una plaza para ascender. La Tercera División tenía carácter regional, y luego estaba la Segunda División...


B: (Le interrumpo). Al año siguiente se reestructuraron las categorías por debajo de la ACB, ¿verdad?


D: Sí, se fueron reestructurando las categorías, pero para ascender ese año la competencia era Cartagena. Ellos habían ganado aquí en la primera vuelta, y había que ir a ganarles allí y superar el average. Entonces se piensa que falta algo, y es cuando aparece Randy Owens para marcar diferencias y hacernos ganar. Entonces es el “boom” más importante del baloncesto en Murcia. Nos tenemos que trasladar a lo que era la Murcia del año 85, donde aquí el baloncesto… Y menos un jugador de color, un jugador negro de más de dos metros… Era una atracción, ibas por la calle y todo el mundo se quedaba mirando. Randy despertó… Bueno, a los que les gustaba el baloncesto ya estaban ahí, ¿no? pero Randy despertó el interés…


B: Sí, pero es que el Príncipe de Asturias, recién inaugurado, ya se llenaba antes de llegar Randy. Como comenté con él en su entrevista, él vino a ser la guinda, pero ya había interés por el baloncesto, ¿no?


D: Sí, se despertó el interés, primero porque se vendió bien, porque se hizo un equipo competitivo para ir hacia arriba, y luego, porque podíamos tener perspectivas de futuro. Por entonces el Príncipe de Asturias estaba en sus inicios, incluso los accesos no estaban terminados todavía, y aquello estaba allá… (Daniel acompaña a las palabras con el gesto típico de levantar el brazo, para significar que algo está en el quinto pino).


B: En plena huerta (risas). De hecho, no sé si en el 85 todavía estaban las vías del tren (en la actual avenida Juan Carlos I).


D: No lo recuerdo… Pero vamos, aquello estaba en barbecho, todo lo que era el entorno del pabellón, y ha sufrido una transformación… Y claro, a aquel pabellón también se le da vida, porque no tenía la actividad que hay ahora. Se le van haciendo reformas… Y bueno, se habla de que se pretende ascender y buscar lo máximo en el baloncesto español, y ¿qué ocurre? Que el pabellón se llena. La capacidad del pabellón en aquella época no sé si eran 1500 ó 2000, porque no estaban todas las gradas que hay ahora, y aquello se llenaba, y la gente vio que había otro deporte, que no sólo había fútbol aquí en Murcia.





B: Estábamos muy encasillados por entonces…


D: Sí, en Murcia había dos espectáculos “vivientes” durante todo el año, que eran el Real Murcia y el Teatro Romea. Eso es lo que había durante todo el año, y el Real Murcia en deporte lo acaparaba todo como élite. Había balonmano y hockey… Pero el baloncesto surgió con la esperanza de que podía haber algo más en la élite del deporte en Murcia. Ese año dejé el Real Murcia, y me hicieron la propuesta de venirme, en el verano de 1986. Luego, como no salimos de Tercera División, había que buscar una plaza, había que hacer gestiones para salir. Esas gestiones las llevé yo porque había varios clubes ahí, en la Segunda División, que económicamente no podían entrar en la categoría, y había un equipo, el Logos de Madrid, con el que Miguel Ángel Paniagua nos puso en contacto.


B: El filial del Estudiantes.


D: Sí, y por entonces el Estudiantes juega la Korak y económicamente le vino muy bien. Llegamos a un acuerdo económico, y recuerdo que fuimos varios los que firmamos para sacar parte de ese dinero. Fuimos al banco a pedir un préstamo, fuimos varios del club… Gregorio, Pedro, yo… Y bueno, pues para poder comprar la plaza fuimos varios a conseguir ese dinero. Conseguimos la plaza en 1ª División B, como se llamaba entonces, y bueno, pues había que construir el equipo. En esos momentos, la persona que más se movía en España a esos niveles era Miguel Ángel Paniagua, que fue el primer soporte nuestro en ese aspecto de introducirnos en este mundo. Ahí empezamos nuestra relación con la Federación, la cual, es una relación… Nosotros podemos presumir, tanto en la Federación como en la ACB, de estar muy, muy, muy bien considerados, quizás mejor de lo que estamos aquí… (Risas). ¿Eh? Es decir, la consideración de este club es la de uno de los clubes serios, importantes, que trabaja bien, que ha funcionado bien y que siempre hemos estado ahí…


B: Desde el punto de vista deportivo o institucional, quizá estamos mejor considerados a nivel FEB que a nivel ACB, ¿no?


D: Sí, no, pero en ACB también porque saben del esfuerzo… En la ACB, lógicamente, ellos saben los clubes cómo están catalogados, cuáles son los posibles, ¿no?, entonces se valora tu funcionamiento en función de los medios que tienes. Es decir, hay clubes que llega el 1 de julio, y a lo mejor tienen 14 millones de euros para gastar, y dicen, mira, ahí tienes tu cuenta. Nosotros somos unos supervivientes (risas), siempre lo hemos sido, pero bueno, creo que hay una trayectoria, que somos un club que, en ese aspecto, lo hemos gestionado muy bien porque hemos optimizado al máximo todos nuestros recursos, y podemos decir que somos uno de los equipos más saneados.


B: Por temporadas en ACB también se le tiene que considerar a este club (13 años en la élite). Uno se pone a ver todo lo que ha ido cayendo por el camino, y ahí seguimos nosotros, vivos y con opciones de volver.


D: Sí, pero es que han caído equipos, ¿eh? Han caído… Nosotros estamos ahí porque ya te digo, porque hemos optimizado al máximo nuestros recursos, hemos sabido tener los pies en el suelo, saber hasta dónde podíamos llegar… Alguna vez te vas un poquito, porque esto del deporte es así, es decir, es muy difícil compaginar lo económico y lo deportivo, es difícil… Pero bueno, yo creo que hemos sido un club muy equilibrado. Hemos tenido nuestros momentos deportivos arriba y abajo, pero por estructura, somos un club de ACB, y esa es la consideración que se tiene. Nos consideran como tal, como un club de ACB, e incluso nos han puesto en determinados momentos como ejemplo.


B: Bueno, y a nivel personal, después de tantos años en el fútbol, ¿qué te parece lo que te encuentras en el 86? ¿Pensabas que el baloncesto era lo mismo, o que era distinto? ¿Qué te esperabas encontrar?


D: No me esperaba nada porque no había nada. Había un equipo, pero…


B: No, pero quiero decir si pensabas que tu experiencia en el fútbol te iba a servir para el baloncesto, y si luego viste que el baloncesto era otro mundo.


D: Sí, bueno… Primero, para estructurar el club sí que valía la idea del fútbol, por los diferentes departamentos. Lo que pasa es que luego, cuando vas a hacer un club y a estructurarlo, tienes que ver también qué medios tienes para hacerlo. En ese momento la única persona profesional que hay en el club soy yo, y entonces tengo que hacer de todo amparándome en una serie de personas como las que he nombrado antes, pero aparte de eso hay una directiva. Al frente está Juan Valverde como presidente, pero después hay personas como Enrique Martínez, como Juan Pérez Ferra, Chano Méndez, Paco Marín, que ya falleció, Manolo Álvarez, Pedro Olmos, Francisco Ruíz, Javi Muñoz, Francisco Alemán, Antonio Albaladejo, Fulgencio Saura, Manolo Martínez, que era presidente de la Federación Murciana y ya falleció, y Domingo Navarro que también falleció… Es decir, han pasado una serie de personas que siempre han sido soporte, apoyo, y con los que nos teníamos que organizar, sobre todo al principio. Por ejemplo, cuando teníamos que hacer socios, cada uno de ellos iba buscando socios, y cuando había que aportar dinero, pues ellos aportaban también, en la misma medida todo el mundo… Es decir, había un día a día que llevábamos Juan (Valverde) y yo, él como presidente, y yo, porque él también tenía que atender a sus negocios, lógicamente. En el día a día estaba yo, y después Juan, y luego todos los directivos con los que nos reuníamos todas las semanas una o dos veces. Teníamos una reunión, y si había que adelantar dinero porque había que pagar, pues bueno, todos… O si había que hacer pólizas, todos firmaban por igual. Ahí no había… Desde Juan hasta el último, incluso yo en algún momento, también lo hecho. Es decir, se ha funcionado así, y una de las razones por las que este club ha tenido tan buenos cimientos es por la relación que ha habido entre las personas que han estado aquí, y cómo han colaborado, y lo que han puesto todos. En ningún momento ha habido problemas de firmar, de poner incluso el patrimonio propio para solventar situaciones del club, y luego todos sin excepciones, desde Juan (Valverde) hasta el último, han recuperado lo que han puesto, aunque claro, siempre se queda algo en el camino. Esa es la base de esto…


B: Y como te decía, en la práctica, ¿encontraste diferencias entre el fútbol y el baloncesto?


D: Del fútbol al baloncesto la diferencia está, y en aquella época todavía mucho más, en las personas… Es decir, llegabas al baloncesto y era otro mundo, sobre todo por la formación de los jugadores, que prácticamente todos tenían carrera universitaria, y te ibas a la Federación también y era otro mundo. El fútbol es mundo donde se mueve mucho dinero, y había muchos intereses alrededor, y ahora el baloncesto abarca mucho más y ha cambiado mucho, y se ha equiparado ya en todos esos aspectos con el fútbol… Pero yo me encuentro con que había que estructurar un club, y que lo que traía del fútbol, lógicamente me servía. Había muchas cosas que puedes aplicar, y había muchas cosas también que tienes que adaptar a la filosofía de este deporte, del baloncesto. Tienes que buscar ese equilibrio, y decir, esto se puede poner o esto no, o esto se puede poner hasta este punto, y bueno, se fue creando esa estructura de club que ahora tenemos y que, bueno, que funciona.


B: Y en cuanto a tu interés por el baloncesto como deporte… Tú llegas desde el fútbol para gestionar un club que es como una empresa, pero además existe un deporte detrás, el baloncesto, que nos ha enganchado a todos los que seguimos al CB Murcia… Tú… (Daniel se apresura a contestar).


D: Esto ya no es un trabajo, no es sólo mi trabajo, es una cosa… Hombre, empiezas a trabajar aquí y lo coges con todo el cariño, porque yo me fui del fútbol por voluntad propia y pude haberme ido a otros sitios… Y durante esta etapa me he podido ir a otros sitios, a otros clubes, y me han llamado, y… Eusebio Ríos, que en paz descanse, me quiso llevar a otro equipo de fútbol en el que estuvo, y también tuve opciones de volver al Real Murcia, pero por lo que tú decías, ya te metes aquí y es un proyecto que nace, y es ir construyendo algo… Era mirar en Murcia qué hay, y bueno, decir, vamos a hacer esto, y te vas metiendo, y aparte de ser tu profesión pues ya pasa a ser algo más. Es algo que lo llevas dentro y ya no es que te guste el baloncesto, es que va más allá de los resultados, de los jugadores… De hecho, ahora echas la vista atrás y ves las cosas que uno ha hecho, y a veces uno piensa, “estaba medio loco”, ¿no? En determinadas cosas… (Barceló mueve la cabeza y se piensa sus próximas palabras; prosigue). Este pabellón en el que estamos, se hace por el baloncesto y por el esfuerzo que hacemos, y porque las personas que estaban en ese momento… Esto habría sido imposible sin la ayuda de las instituciones, del ayuntamiento y de la comunidad…


B: Pues a eso quería llegar yo también, a la relación con las instituciones.


D: Nosotros somos los primeros que abrimos el camino de las subvenciones, del que luego el resto de clubes y de equipos se han beneficiado. Son muchas las personas de todas las corporaciones, tanto de un signo como de otro, que han estado por el club, como lo están actualmente, y más en la situación tan difícil en la que estamos. Sabemos que tenemos su apoyo, que siempre estarán ahí y que ayudarán en la medida de sus posibilidades, porque hay muchos más problemas que entiendo hay que atender… Pero yo creo que nosotros también hemos respondido. Y hay algo que quiero decir, porque muchas veces, cuando hablamos, hablamos del primer equipo, pero hay más… Mira, cuando se hizo esta instalación, a la que cada día vienen una cantidad de murcianicos desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche a practicar deporte, se hizo por nosotros. Esta instalación no existiría… A lo mejor existiría otro tipo de instalación, pero no ésta, se habría hecho otro tipo de pabellón…


B: (Le interrumpo). Sí, yo lo tengo claro. Ya en su momento se planteó así: con el CB Murcia en ACB y con la norma de necesitar una cancha con un aforo mínimo de 5000 personas, había que construir este nuevo pabellón para el CB Murcia y para la ciudad…


D: Efectivamente… Llevamos al alcalde a Barcelona, y vino aquí Eduardo Portela… Es decir, hicimos de todo.


B: Estamos hablando de José Méndez, alcalde de Murcia en esos años, ¿verdad?


D: Sí, una persona excelente… Manuel Pato era el concejal de Deportes. Todos, todos… (Aquí, la impresión de este redactor: creo que Barceló, nada más nombrar al anterior alcalde, de pronto ha sentido el impulso de ser políticamente correcto y nombrar también a los gobernantes actuales). Y lo digo ahora porque son los momentos malos, lo digo por Miguel Cascales (actual concejal de Deportes), como lo digo por Ramón Luís Valcárcel (actual presidente de la Comunidad Autónoma), como lo digo por Pedro Alberto (Cruz; actual consejero de Cultura y Turismo), como lo digo por Miguel Ángel Cámara (actual alcalde de Murcia)… Todas las personas han estado con este club. Cuando tenemos que hacer el pabellón porque la ACB dice que hay que tener 5000, y esto te lo cuento como una anécdota, hay una moratoria que era de un par de años, pero cuando nosotros llegamos en 1990, ellos (la ACB) vienen a revisar la instalación. No sólo la pista, sino que tenemos que tener una capacidad de 5000 espectadores. Pues la noche antes de venir la ACB a hacer la revisión, me tiré toda la noche con un grupo de personas colocando sillas… Aquello creo que salió también en la prensa… Cuando llegó la persona a hacer la revisión, dijo, “aquí no podemos pasar”, y yo le dije, “no, aquí es que la gente entra, y no sale hasta que no acaba el partido” (risas). Llenamos todo el Príncipe de Asturias de sillas, fue una noche entera poniendo sillas de la Plaza de Toros, creo que eran, y a camiones allí… Y yo, mira, a nosotros no nos vais a bajar de aquí. Y decían, “no va a pasar…”. ¡¿Cómo que no va a pasar?! (Daniel adopta un tono vehemente). Mira lo que le pasó a Llíria, que no le permitieron jugar en Llíria y se tuvo que ir a Valencia, y tuvo que mover la cúpula del pabellón, meterlo allí para completarlo… Y yo ahí… Yo había visto cosas, movimientos, y esto yo dije, no, a nosotros por esto no… Y vamos a luchar a muerte porque esto lo hemos peleado, nos ha costado mucho y es la ilusión de toda una ciudad. Costó mucho esfuerzo y mucho sufrimiento, y no lo íbamos a perder, y lo sacamos.


B: El primer año en ACB fue mágico (90/91), pero es que el siguiente (91/92), con McPherson y Kea…


D: Sí, esa temporada de McPherson y Kea… Clarence Kea fue el máximo reboteador de la liga ese año, y además con nosotros tiene el récord de rebotes, con 29 en un partido. Pero hay que ver cuando él es el máximo reboteador en la liga, quiénes estaban también en la ACB, ¿eh? Porque allí estaban Sabonis, Norris…


B: Y además con dos metros pelados… Por mucho que pusieran que Clarence Kea medía dos metros, yo creo que no llegaba a dos metros. Era más fácil saltarlo que rodearlo (risas).


D: Y cuando se posicionaba, a ver quién lo movía. Y además es que Kea sabía jugar con todo: con los árbitros, con los contrarios, con los compañeros… Es decir, él manejaba muy bien incluso el entorno, no sólo el círculo que hacía para que los rebotes le cayeran a él, sino también más allá. Lo manejaba todo.





B: Totalmente de acuerdo, Kea es uno de los mejores jugadores que hemos tenido la suerte de disfrutar… Bueno, pues mientras el equipo iba jugando sus primeras temporadas en ACB, el club iba creciendo también, ¿no?


D: Sí, en ACB fuimos creciendo más en la estructura, los diferentes departamentos… Ya había una persona que llevaba la contabilidad, una persona que podía atender al público… Ya no estaba yo solo. Seguíamos con la ayuda de todos los directivos, que aportaban no sólo económicamente sino también captando socios, buscando empresas, sponsors… De todo. Fue un trabajo que era lo que le daba fuerza a este club.


B: También le ha dado fuerza, de cara al aficionado y a la propia historia del club, los grandes partidos que hemos visto, las gestas que ha completado el CB Murcia, ¿no?


D: Sí, sí… Hay partidos que son a tener en cuenta, ¿eh? En nuestra primera etapa, hay un partido que nos jugamos no descender contra Córdoba (Daniel habla de la temporada 1986/87, en 1ª-B, con Felipe Coello como entrenador), y en el que movilizamos varios autobuses para ir al campo del Córdoba, que no es el de ahora. Era un campo pequeñito, más pequeño que el Príncipe de Asturias, y aquello fue una marcha tremenda, cómo ganamos allí con Randy (Owens) y con Mike Williams, y el regreso… Ese fue un partido importante, y luego los ascensos, el primer ascenso cuando le ganamos a Obradoiro (temporada 1989/90)… Por mucha polémica que haya habido, le ganamos con Esteban y sin Esteban (Pérez), le ganamos en la liga, y… Nosotros eliminamos primero a Mallorca, y luego a ellos, y no había color... Bueno, pasó lo que pasó, pero eso no debe borrar la brillantez de aquel ascenso. Y aparte de esos partidos, está lo del famoso playoff por la permanencia contra Valladolid (temporada 1993/94), porque veníamos con un 2-0 en contra, y con algo injusto, con un error… Nos quitan unos segundos cuando a nosotros nos correspondía la posesión del balón, al final, para poder ganar el partido, y no es lo mismo venir con 1-1 que con 2-0. Cuando pasó aquello, rápidamente desmontan la pista para que… Bueno, yo voy, me cuelo saltando por encima de una barrera dentro del vestuario para poner la reclamación, y los árbitros ya habían cerrado el acta a la vez que yo les decía que había que jugar esos segundos... En fin, aquello fue… Así que vinimos aquí, y la respuesta de la gente fue tremenda. Y lo más tremendo fue cuando volvimos a Valladolid. Cuando estábamos llegando al pabellón, y nos estaba esperando allí toda la gente… Íbamos en el autobús y aquello era tremendo, al más puro estilo “Anfield Road”, es decir… Si pasara eso siempre, es muy difícil que alguien no se deje la piel…


B: Cuando ibais en el autobús y llegasteis al Pisuerga y nos visteis allí, ¿qué dijeron los jugadores? (Yo recuerdo perfectamente estar en el aparcamiento, y de pronto ver el autobús del equipo descendiendo la cuesta de acceso al polideportivo, y los 600 murcianos gritando “¡Ya llegan! ¡Ya llegan!”; todos salimos corriendo, bufanda en mano, a recibirlos).


D: Bueno, bueno, bueno… La sensación… Te quedas sin palabras porque es una sensación que tienes que vivirla, es difícil de explicar. Cuando ves a aquella gente que se ha desplazado 600 kilómetros, y que están allí, que vienen a jugarse la permanencia, y aquello era… Aquello era la vida, todos lo sentíamos así, y en campo contrario... Esa gente allí… Pues es un sentimiento, primero, de verte arropado, y luego, es una fuerza tremenda que les da a los jugadores a todos los niveles, y ellos estaban convencidos. Ellos decían, “no podemos fallar”, y de hecho fue así. Aquello… ¿Tú estuviste en el partido?





B: Sí, sí… “I was there” (me río).


D: La sensación… ¿Te acuerdas cuando Jim Thomas (base del equipo), faltando tres segundos, se fue a la otra punta del campo y dejó el balón en el suelo, al final…? Me emociono, es que me emociono… (Barceló interrumpe el relato, y se detiene un momento a respirar).


B: Fue enorme, la verdad... (Silencio) ¿Qué se te pasa por la cabeza ahora?


D: Todo, los 25 años, se me pasa todo… Y es que veníamos de hacer un equipo el año anterior con mucha ilusión, un equipo que era bueno, para entrar entre los ocho primeros, con Abad, con Nacho Suárez…


B: Con McPherson… Y luego también vino Wayne Tinkle, que era bueno, pero no se le pudo ganar a Huesca en el playout…


D: Sí, vinieron McPherson y Tinkle y nos fuimos al descenso, pero no descendimos, lo recuperamos. Aquello… Me tiré toda la noche en Aiguablava, que tuvimos asamblea…


B: ¿Aiguablava?


D: Es la población de Gerona donde se celebró la reunión de la ACB, porque no descendiéramos… Tuvimos una reunión toda la noche, hasta las tres o las cuatro de la madrugada… Ese año habían ascendido… (Se detiene a pensar).


B: ¿Cornellá y Gualadalajara? Creo que eran esos dos…


D: Creo que… ¿Bilbao, o Guadalajara…? Sí, y bueno, aquella noche fue tremenda, luchando porque no nos descendieran después de perder el playoff. Además, querían reducir la liga, y también nos querían sancionar con una cantidad por no bajar… Aquello fue tremendo, la supervivencia… Para no bajar, y para no tener que pagar…


B: Porque encima, esto ya estaba en marcha (señalo a las gradas vacías del Palacio de los Deportes, que vemos en penumbra a través del ventanal circular). Bajar con este pabellón a medio construir…


D: Sí, estaba ya empezado, y había que inaugurarlo en 1994. Se va terminando en la temporada de John Ebeling (1993/94). ¿Sabes la anécdota de John Ebeling?


B: Sí, sí, me la contó (la donación que hizo Ebeling a una ONG tras evitar el descenso, con el dinero de la prima que ofreció Juan Valverde a algunos jugadores en la famosa apuesta del “doble o nada”).


D: Ebeling nos preguntó por algo para los niños, para donar el dinero de la prima, y mi hermano que trabaja en cosas de ONG’s y tal… Le hicieron una placa y todo… (Daniel reflexiona un segundo). Por aquí ha pasado muy buena gente, a veces con más o menos suerte deportivamente, pero muy buena gente. Por aquí ha pasado de todo, de todo, como en todos sitios.


B: Hablando ya de la siguiente temporada, la 1994/95, ahí también vimos baloncesto del bueno, ¿verdad?


D: Pues sí, con el famoso Anderson… Pues tú fíjate, que Anderson no se había quedado en ninguno de los equipos donde había estado, era un temporero, y vino aquí… Le abrimos unas perspectivas, y los mejores años de su vida y los mejores contratos. Y vino también un fenómeno, Johnny Rogers…





B: (Le interrumpo). Un gran jugador y un tipo cojonudo.


D: Sí, como persona y como todo… Él quizá también había pasado su mejor momento, y con nosotros resurgió. Luego se fue a Cáceres, a Valencia y a Grecia, donde ganó la Euroliga. Y Bobby Martin era el “rookie”, el novato. Del año anterior seguía Oleart, y la verdad es que es otra persona equilibrada, es un gran entrenador y supo gestionar muy bien el vestuario. Los jugadores, todos tienen su ego. Unos más, otros menos… Y lo más difícil del entrenador es saber gestionar eso. Él (Oleart) supo gestionarlo, tanto cuando tenía buenos jugadores, como cuando tenía jugadores para pelear por no descender. Y bueno, salvo con Polaris y ahora, esta última etapa que hemos dicho, “bueno, ¿a quién vamos a fichar?”, sin mirar los números… Antes siempre era ver cuánto tenemos, y ver, “éste no podemos”, o “vamos a ver si compensamos esto con esto”, siempre mirando los números. Oye, a mí me gustaría tener más dinero, claro… (Risas). Bueno, pues hicimos muy buen año, y al siguiente tuvimos creo que 5500 socios (temporada 1995/96). El día que fichamos a Crowder, aquello fue… Colas para sacar el carnet. Pero oye, no nos funcionó, y luego vino Washington, que fue un acierto. Oleart se acordó de él, dijo, “oye, os acordáis de Washington, que no pudimos traerlo hace un par de años?”, y nos lo trajimos y bueno, enorme… Hubo otro jugador de la época de Owens, Tony “fenómeno” Simms, que se le parecía... Bueno, pues jugamos la Copa (Murcia’96) y nos metimos en semifinales, y estuvimos a una posesión de meternos en la final. Aquello… “Overbooking” aquí, y teníamos que abrir las puertas y todo…


B: Fue el último gran año de la historia del club a nivel de público. Con Polaris se hizo sobre todo una buena temporada, que quizá no se vio suficientemente recompensada en la asistencia de público, pero ese año que hablamos, el de la Copa (95/96), fue el último de gradas llenas.


D: Sí, creo que eran 5500 socios, como he dicho antes. Al año siguiente (96/97, primer descenso consumado) nos salió todo mal desde el principio. Económicamente andábamos mal y no pudimos hacer un equipo de garantías, y bueno, nos fuimos al descenso. Luego ascendemos (97/98), y volvemos a tener un mal año y descendemos otra vez (98/99, cuando Murcia organizó el “All-Star” ACB), y ya nos tiramos… Tuvimos una travesía del desierto, económicamente estábamos muy mal y fue muy importante en esa época contener el gasto, armonizar y optimizar los recursos. Mantener la categoría (LEB) ya era suficiente, y si podíamos meternos ahí… Pero tal y como estaba la situación, asumimos que no podíamos. Luego ascendemos (2002/03), descendemos otra vez (2003/04), y ahí ya entra Polaris.


B: Que ya había sido patrocinador en el año anterior en ACB.


D: Sí, ahí entra Polaris y tenemos el ascenso contra el Cai Zaragoza (temporada 2005/06), que fue tremendo. Venir con el 1-1, tener aquí el 2-1, y tener el 3-1 faltando seis o siete minutos y estando ocho arriba, o algo así... Lo perdemos, y tenemos que ir a jugarnos el ascenso allí, y ganamos el partido allí cuando nos negaron las entradas, y vamos allí y les ganamos con aquel pabellón a rebosar... Lo teníamos todo en contra, incluso hicieron un llamamiento, porque parecía que hasta éramos nosotros los culpables del comportamiento que habían tenido sus jugadores aquí… Yo, ese partido tenía el convencimiento de que lo íbamos a ganar, porque cuando acabó el cuarto partido y pasaron las cosas que pasaron, yo estaba en el túnel de vestuarios, en los pasillos, y ellos iban diciendo cosas, y Hughes y Humphreys venían… Humphreys me miró y me dijo, “no problem”. Me dijo que tranquilo, que íbamos a ganar en Zaragoza (Daniel imita a Humphreys y levanta su dedo pulgar). Por eso yo estaba tranquilo, dentro de lo tranquilo que se puede estar antes de un partido así…


B: Fue increíble. Bueno, y de nuevo en ACB, pero ahora por primera vez con Polaris como propietario.


D: Sí, y ahí ya estamos en nuestro mejor momento económico, de poder montar unas plantillas… La verdad es que Polaris ha sido muy generoso y no se le ha reconocido la inversión que ha hecho, pero no solamente en el baloncesto, sino también en el fútbol-sala. Fue bestial, hacer un equipo para meternos ahí entre los ocho primeros, y que viniera un jugador tan importante y que tú conoces… (Imagino que Daniel se refiere a Marcus Fizer). Entonces…





B: (Le interrumpo). Pero en esa época de Polaris, perdona, con buenos presupuestos, esas plantillas rindieron un poco por debajo del nivel esperado, ¿no?


D: Sí, esos equipos, los dos primeros años… La primera temporada después de ese ascenso (2006/07) y la siguiente (07/08), hubo dos plantillas como para meterse en la Copa del Rey y meterse en playoffs, sin lugar a dudas. Sin lugar a dudas. ¿Qué falló? Bueno, yo no voy a… Tengo mi opinión personal, y hay cosas que fallan. A lo mejor nos faltó cierta ambición en determinados momentos…


B: Totalmente de acuerdo.


D: Y bueno, fue una pena porque había plantilla para eso. Es decir, que para conseguir la permanencia de la manera que la conseguimos, no necesitábamos esas alforjas.


B: Llegar al último partido de liga con la posibilidad de descender… (Contra Menorca en Murcia, temporada 06/07).


D: Efectivamente, ¿eh? Después, el último año (de Polaris como propietario, en la temporada 2008/09), sí que es verdad que estábamos más limitados y conseguimos la permanencia en Zaragoza…


B: A aquellos se les tienen que poner los pelos de punta cuando nos ven venir…


D: Sí, no quieren enfrentarse a nosotros, no pueden vernos… (Nos reímos). Pero es verdad que esas dos temporadas en ACB, en esta última etapa, era para haber optado a algo más que jugarnos la salvación en los últimos partidos.


B: Sí, y casi parecía que los aficionados murcianos estábamos cegados o locos. Después de tantos años de ver baloncesto, que te digan que esos equipos son exclusivamente para no descender o para lograr la permanencia en la última jornada, y que te digan “no sé de dónde ha sacado la gente el tener que entrar en playoff”… No hace falta saber mucho de baloncesto para saber que el equipo de Fizer, al menos, no era para jugarse la permanencia el último día. Y el año siguiente (07/08), con ese equipo… Menos todavía.


D: Sí. Hombre, no voy a decir de quedarse el 4º ni el 5º, ni el 6º, pero entre el 7º y el 8º, sí. Nos faltó… (Daniel busca las palabras). Creo que no manejamos debidamente los recursos humanos como para conseguir sacarle lo máximo…


B: Faltó… (Yo también busco las palabras). Faltó alma, química… Faltó el ánimo de decir, “hemos hecho esto, pero no nos conformamos”… Al menos desde fuera, parece que faltó ser una piña e ir todos a por más.


D: Sí, ganamos porque éramos buenos, pero nos faltó ese punto de…


B: Era un equipo muy “profesional” (entre comillas).


D: Sí… Hay un sentimiento que se te impregna, y es verdad que había que ganar y que los jugadores querían ganar, pero para lo otro siempre se necesita un punto más, y no se les supo transmitir. No me preguntes por parte de quién, pero no se les supo transmitir esa ilusión. No digo ambición, digo ilusión de decir, “somos quienes somos, y estamos aquí, y estamos en buena disposición, y además nosotros no somos menos que esos que están del 5º o del 6º para abajo…”.


B: (En este punto, recuerdo haber oído decir que el CB Murcia estaba por encima de equipos mejores que él; siempre mirando hacia abajo. Maneras de verlo). Qué pena que en otras épocas, sin tener tanto dinero, el equipo muchas veces fuera capaz de rendir por encima de sus posibilidades por esa entrega, por la lucha de los jugadores, como por ejemplo en la temporada de John Ebeling (1993/94), y sin embargo cuando se tuvo dinero, faltó la lucha, el alma…


D: Sí, eso pasa. Mira este año a Valladolid, con los problemas económicos que tiene y con todo esto, y bueno, hay un algo más que te lleva… Bueno, el deporte es que también es así de caprichoso. Muchas veces lo pones todo y no te salen las cosas, y otras veces, pues…


B: Al acabar ese año (07/08) se decía que el CB Murcia había igualado la mejor clasificación de su historia (12º), y bueno, por números se le podría parecer, pero compararlo con la temporada 1994/95… Me pareció un poco sacrílego, la verdad (me río).


D: Por sensaciones no lo fue, porque ese equipo tendría que haber hecho… Pero bueno, esa etapa de Polaris fue muy importante, porque entrábamos en una crisis económica, y aunque nosotros no teníamos grandes deudas y siempre hemos sido muy equilibrados, con Polaris pudimos hacer equipos por primera vez sin mirar al dinero.


B: Sí, pero la entrada y la salida de Polaris… Hombre, todos los cambios son difíciles y a veces hasta traumáticos, y se crea confusión. Por ejemplo, Miguel Ángel Martín (Director Deportivo en la temporada 2004/05, en LEB, cuando Polaris adquirió el club), me contó que él no tenía ni idea de lo que estaba pasando, y que una mañana de pronto le presentaron a los nuevos dueños del CB Murcia. Miguel Ángel se pensaba que era una broma.


D: Bueno… Ellos (Polaris) entran porque Juan (Valverde) les ofrece el equipo. Juan no quería seguir manteniendo la responsabilidad, porque el que hacía cabeza era él, ¿no? Se nos venían tiempos difíciles también, y él les ofrece el equipo. Ni se lo quitan ni nada…


B: Bueno, pero a la vista está que Valverde no salió contento del club. Digo yo que por algo sería, ¿no?


D: Sí, bueno, te lo voy a contar. Él sale enfadado porque al principio se lo ofrece a Polaris, y redacta una carta que tiene que estar por aquí, en el archivo, en la que les dice que el equipo les viene fenomenal y tal. “Doy el equipo…”. Bueno, pero él pensaba que, “cuando Polaris diga que sí, como no tienen experiencia en esto, pues yo ya me postularé para seguir mandando”… Esa es la idea de él. Lo que pasó es que Pedro García Meroño (dueño de Polaris) dijo, “oye, si yo voy a poner dinero, quiero ser también el que ponga a las personas que decidan”. Eso a Juan (Valverde) no le sienta bien…


B: Bueno, ahora ya no se puede hacer nada, pero me pregunto: ¿No se podría haber llegado a una solución intermedia, a algún tipo de acuerdo? (Lo digo pensando, al menos, en agradecer a Valverde su labor como sustento y presidente del club durante tantos años).


D: Pero si ellos (Polaris) no vinieron a pedir el equipo… A Polaris se le fuerza a que coja al equipo, en cierto modo…


B: Bueno, pero insisto, una vez iniciado en camino, ¿No se podría haber encontrado una solución en cuanto a la gestión del club?


D: Oye, a Juan Valverde se lo ofrece ser Presidente de Honor… Hubiese sido ahí Presidente de Honor, y bueno, cuando tú das un paso a un lado y dices “me quito porque no quiero ya tener esta responsabilidad”, Polaris no piensa que él se quita con la intención de que pongan el dinero y él mande. Polaris pone mucho dinero por año, y pone a Salvador Hernández, que es un gestor suyo, un ejecutivo suyo. A Juan le sentó mal porque él quería seguir, y es por eso por lo que él se enfada, y bueno, se han dicho otras cosas pero yo en eso no voy a entrar, porque yo con Juan… Han sido muchos años y no voy a entrar en eso.


B: Muchos años, y algunos muy buenos entre Juan y tú, ¿no?


D: Sí, hemos tenido muchos años muy buenos, y al final no hemos terminado bien, pero hemos vivido esto, y hemos sufrido el principio de esto, con el apoyo de esa gente que decía antes, porque si no, habría sido muy difícil, pero hemos estado ahí los dos, codo con codo, y sólo nosotros sabemos lo que hemos padecido y lo que hemos hecho, ¿eh? Hay mucha gente que se apunta al carro, y aquí ha habido mucho cobarde también, que en los momentos difíciles, deportivos y económicos, ha salido corriendo.


B: Volviendo a Polaris: cuando la empresa ya tiene el mando, económicamente se entra en una etapa más cómoda y se hacen buenas plantillas. Se vive una pequeña etapa de prosperidad, pero luego… Su salida también fue algo turbulenta, ¿no?


D: Bueno, pero ellos eran dueños del equipo y podían haber… Había opciones de vender el equipo, y hombre, cuando vas a salir… Ellos dejan lo del canon, y dejan esto y lo otro… Ellos dejaron al equipo en una situación buena, y la salida… Ellos estaban ahí. Hay quien preguntó por el equipo, por la plaza, y ellos dijeron que no. Pedro (García Meroño) dijo que no. El año anterior a la entrada de Carabante, ellos decidieron seguir un año más, y esto fue el año después… (Tempodada 2008/09).


B: Ahí nos encontramos con el tema de Tranvimur, una cosa que jamás entenderemos… Jamás entenderá nadie cómo es posible que pase algo así.


D: Ah, bueno, lo de Tranvimur… Bueno, ahí había un compromiso de ese señor, que bueno, ya se sabe cómo es (aclaración para el lector: imagino que Daniel se refiere a Enrique Ortiz, dueño de Cívica, que junto con Acciona hizo la UTE que se encargó de la construcción y puesta en marcha del tramo 0 del tranvía de Murcia; durante el verano de 2009, el de las reuniones y el traspaso del CB Murcia, el ayuntamiento adjudicó el proyecto de ampliación de líneas del tranvía a otra UTE, la formada por FCC y Comsa). Hay un compromiso y nada más que faltaba la firma. Hay unos contratos, que yo los tengo por aquí, y se los envié, y tengo todo el dossier donde todo eso se ejecuta tal y como se había hablado. Lo que pasa es que luego hay personas que… Y no de aquí, la gestión del tema que hicieron las personas de aquí está bien, pero yo te digo una cosa: estamos ahí, y “mándamelos que los vamos a firmar”, y yo les mando los contratos, incluso te llamo, “oye, no te preocupes, que se está atrasando porque los jefes están fuera, están en el extranjero, pero vamos a empezar a hacer los ingresos ya…”. Entonces, yo quiero decir que, ya no entro en qué…


B: ¿Se pecó de candidez? ¿Se presumió la buena fe cuando a lo mejor no se debía?


D: Bueno, es que hay momentos en que tienes que presumir… Es que te tienes que mover también así. A ver si me entiendes, hay momentos en los que estás con unas personas que tienen unas empresas, y Tranvimur estaba ahí, y ya está… Yo no entro en qué pudo pasar, pero yo tengo aquí los contratos, y lo de que hay que poner Tranvimur…


B: ¿Y no se han emprendido acciones legales por eso?


D: Aquello se estudió, pero vamos…


B: Lo digo porque no es un tema menor. Aquel millón casi se lleva por delante al club, o eso se dijo al menos.


D: Ese millón… Nosotros habíamos terminado con un superávit de 200.000 euros, y ese año terminamos con un déficit de 800.000 euros…


B: Un dinero que casi le cuesta la vida al CB Murcia.


D: Bueno, yo... Yo no… ¿Cómo te lo diría? (Daniel busca las palabras). Yo no soy de esa manera de pensar. Todo el mundo somos muy alarmistas. Los equipos de fútbol, de estar ricos, deben hasta lo que no hay en los escritos, y nadie cuestiona si van a desaparecer o no. ¿Por qué se dice que por 800.000 euros nosotros vamos a desaparecer? No tenemos la misma capacidad de endeudamiento que los equipos de fútbol, pero es que los equipos de fútbol, su capacidad de endeudamiento, que está en su patrimonio, la tienen más que superada tres o cuatro veces. Entonces, a mí siempre me ha molestado que a nosotros se nos cuestione. ¿Por qué este alarmismo los veranos…? Además es que ha habido gente interesada que ha lanzado eso…


B: ¿Interesada en alarmar?


D: En alarmar, y si nos paramos y leemos, y leemos declaraciones de gente… ¿Por qué esta gente aparece ahora? ¿Por qué aparecen en el mes de mayo o en el mes de junio, cuando vamos a lanzar campañas de socios y vamos a empezar a vender otra vez la ilusión del año que viene?


B: Hombre, es que depende de quién lo diga, te asustas más o menos… Si se dice que el club está terminal, que está muy mal, y que hay miedo a desconectarlo de la máquina…


D: ¿Quién lo dice? Porque yo estoy dentro y conozco el club mejor, y yo he salido y he dicho… El año que Polaris lo deja, yo digo, bueno, pues tendremos que vivir sin Polaris. No tendremos ese apoyo, pero otras veces nos hemos encontrado así. Yo lo intento transmitir, pero eso no interesa, interesa el alarmismo…


B: (Hubo personas que usaron el símil de la eutanasia con el CB Murcia; me sorprende que Daniel no lo sepa, aunque no se lo digo). ¿Y los rumores de que se había ofrecido la plaza a Zaragoza? Porque eso ya era el redoble de tambor, vender la plaza del CB Murcia a Zaragoza…


D: Pues si es lo que te digo… Pedro García, que es un hombre generoso, pudo haberlo hecho y haber recuperado parte de su dinero, y no lo hizo. Dijo que no, y la plaza se pudo vender a diferentes sitios, y en el intercambio entraba el dinero y la plaza de ellos en LEB, con lo cual seguíamos, pero desaparecer… Eso se pensó si no hubiéramos podido, pero yo, y hablo en primera persona, yo jamás hubiera permitido que el equipo no estuviese como mínimo en LEB. Yo me siento muy incómodo cuando dicen que el baloncesto está muy mal… ¿Y cómo están los otros? ¿Qué pasa, que vamos a ser los tontos de este país? Es decir, hay equipos que están por la gracia de Dios, que deben 7, 8 ó 12 millones de euros, otros que no se sabe ni lo que deben, y ahí están unos que no cobran, los otros que no sé qué… ¿Y nosotros, mi gente, vamos a tener que…?


B: Bueno, pero Polaris, sin haber llevado a cabo ninguna acción de este tipo (vender la plaza, por ejemplo), cosa que le honra como empresa murciana, ¿es posible que entendiera mal la respuesta de la gente en ese momento? Es decir, la respuesta natural del aficionado que no tiene la información que tú tienes desde dentro, pero que dice, “si hay que contemplar alguna opción, que no sea la de vender el club”... Hubo un partido en concreto en la que la gente expresó su sentir, pero según lo entendí yo en su momento, no lo expresó hacia Polaris en concreto, o no sólo hacia Polaris, sino hacia toda la situación que estaba viviendo el club.


D: No, no… Es que fue muy desagradable aquello… Yo, en el descanso de ese partido, a mí vinieron a entrevistarme, y yo dije, “yo también quiero baloncesto”… El querer no es venir aquí con la pancarta. Todos queremos baloncesto, los que están con la pancarta y todos los que estamos aquí… Vamos a poner cada uno 500 euros, y vamos a tener el 51% de las acciones y vamos a quedarnos el equipo… Pues eso ya no interesó. El del micro, cogió con la mochila y se fue para otro lado.


B: Pero bueno, ¿Qué reacción se esperaba de la gente? ¿Qué reacción se podía esperar cuando se dice que el club está terminal y se habla incluso de venderlo? (Reconozco que no estoy de acuerdo con Daniel en la apreciación de esos hechos concretos, o en cuál era el blanco de las protestas del público, que no era exclusivamente Polaris).


D: La reacción, Pedro, la reacción es que cuando tú abres la persiana para hacer socios, que pase como pasa en San Sebastián, por ejemplo, que levantas la persiana y tienes a 3000 personas ahí fuera… (Silencio). Cuando dices, páguelo a cómodos plazos, págalo cuando quieras… Este año, en una ciudad como Murcia con casi medio millón de habitantes, tienes tu abono, que es el más barato del baloncesto español, y encima si ascendemos te lo descontamos. Pues no hubo que llamar a los guardias de seguridad… (Daniel se enoja. Lo entiendo perfectamente). Somos los que somos. Y tampoco me quejo, porque te digo otra cosa, en poder de convocatoria real, real, somos el segundo equipo deportivo de la región, después del Real Murcia. Por eso me duele cuando… Ahora está el Cartagena que lleva más gente que nosotros, pero porque está donde está. Si pierde o si baja a 2ª-B, estaba en la mitad que nosotros. Y a pesar de lo que te he dicho antes, a ver, proporcionalmente, ¿Qué espacio te queda libre en el fútbol y qué espacio te queda libre aquí? Proporcionalmente, nosotros tenemos más gente. ¿Por qué vamos a desaparecer? Mientras haya gente como tú, como la gente que viene, como esas escuelas y los niños… Oye, estaremos en ACB o estaremos en LEB…


B: (En esto sí que estoy totalmente de acuerdo con Daniel). Pero ojo, además hay mucha gente que vive el CB Murcia con pasión, mucha gente, y a esa gente también hay que tenerla en cuenta y cuidarla.


D: Y las instituciones no nos van a dejar tampoco, y esta ciudad… Aquí no vamos a apagar el candil y nos vamos a ir. Las instituciones tienen mil frentes que atender, y es normal… La cultura, el deporte, la gente que está en una situación precaria... Hay muchas cosas…


B: ¿El club está preparado para afrontar este mal momento económico?


D: Sí, yo… Tenemos que ser conscientes de lo que somos, y hombre, también tienes que tener capacidad para endeudarte, y decir, puedes llegar hasta aquí y no pasarte… Tenemos un movimiento que no se ve, nosotros nos movemos por todo el tejido empresarial de Murcia, y estamos en contacto por e-mail, por teléfono, y en persona, y vamos… Tengo confianza en que tenemos buena base. Pero te voy a decir la clave: si aquí hay “overbooking”, si llenas este pabellón…


B: Ya, pero eso…


D: Si tú llenas, eso es lo que lo empuja todo. La masa social, en cualquier aspecto.


B: Pero esa masa, generalmente, sólo se apunta a caballo ganador… La afición que hay ahora mismo, esa está entregada, ya sea más o menos numerosa.


D: Pero es lo que te decía antes. Cuando tú lanzas una campaña… ¿Qué ponemos, el carro delante de los caballos? No puede ser, es decir, si queremos tener algo, lo tenemos que pelear. La fuerza somos nosotros. Esta temporada hemos ganado 16 partidos seguidos, y estamos ganando, y… En fin, vienes aquí, a una instalación que… Mira, tú mismo, que has crecido aquí, que vienes, que te has casado y que tienes hijos… Pues cuando nos trasladamos aquí (al Palacio de los Deportes), toda esa gente joven que venía, que había crecido con el baloncesto, pues llegan y se casan, y tienen niños pequeños, y dicen “este año no vamos a renovar, que tengo el crío, que a ver qué hago con la criatura…”.


B: Es que la época de la crianza es dura… Y yo no he dejado de venir, te lo digo también… (En este tema le tengo que dedicar un beso fuerte a mi mujer. Nos reímos).


D: Bueno, pero eso de criar, yo dije, eso no puede ser una excusa para esta gente. Dije, no hay problema, te traes a los niños y vamos a montar una guardería… También aquí hemos cambiado muchas cosas nosotros, ¿eh? Pues eso, montamos una guardería para los niños, con juegos, con una persona que los entretenga… ¿Que te lo quieres subir? Te lo subes. ¿Que está aburrido y te lo quieres bajar? Lo bajas… Eso ya en el año 94. Vienes a una instalación moderna, y si hace frío tienes calefacción, y si hace calor tienes aire acondicionado. Ves un buen espectáculo, y bueno, ahora estamos en LEB, pero ¿a cómo te sale? Y estás aquí, y lo tienes todo muy a mano, y estás cerca del centro, y… Tenemos que ser más de los que somos.


B: Pues sí, tienes razón… Bueno, a ver, pues por variar y por hablar de temporadas en las que la ciudad se volcó, dime según tu opinión las tres mejores temporadas, en conjunto, que ha hecho el CB Murcia en su historia.


D: Pues la 91/92 que hemos comentado, que es la que vamos a jugarnos el entrar en Copa Korak contra León. Ganamos allí, perdemos aquí injustamente por los árbitros, y ya fuimos a León a jugar el definitivo y lo perdemos también porque nos condicionan los árbitros, con la tercera falta de Kea en los cinco primeros minutos, con lo cual nos sacan del partido… Aquello fue así. Después está la temporada 1994/95, y la 1995/96 (Barceló ya me ha dicho tres temporadas, pero lo veo con ganas de añadir más). Después, estas temporadas que hemos hablado de la época esta, que fueron buenas porque teníamos jugadores y porque creo que se vio un buen nivel de baloncesto. Ahora mismo, que yo recuerde, eso ha sido lo mejor. Y bueno, después pues hay otras emotivas, como la 93/94 y demás. Creo que tuvimos siempre una trayectoria deportiva ascendente, y luego yo creo que tuvimos nuestros momentos, nuestros parones, altibajos… Pero creo que siempre hemos ido a más, y sobre todo, hemos hecho algo importante, y es que este club ha puesto el baloncesto de ese nivel en Murcia. Las instalaciones han ido cambiando porque también desde el club hemos ido empujando, por ejemplo en el Príncipe de Asturias, el cambiar del sintético al parquet. Me acuerdo de decir que nos echaban de la competición, en fin… Por eso hablaba de la ayuda de las instituciones, que siempre han estado ahí y han sido fundamentales. Y bueno, hay otra cosa, y es que gracias al club, ahora Murcia cuenta en el concierto del baloncesto profesional. Y luego está la labor social…


B: Que es muy importante.


D: Sí. El club un año estará arriba, otro estará abajo... Está en LEB, y luego estará muchos años arriba y esperamos que se mantenga y cosechemos los mayores éxitos, y todo esto… Pero el club ya no es solamente eso, hay una base de unos equipos, de unas escuelas, que son mis murcianicos. Son unas trescientas familias que están con nosotros directamente, que nosotros gestionamos a estos niños y tenemos una obligación muy importante. Aparte de estar en casa y de ir al colegio, donde más tiempo pasan es con nosotros, y están en formación, y hay que tener mucho cuidado e invertir en ellos, no sólo en material sino en formarlos como personas. Hay que tener formadores. Eso es un pilar muy importante y eso es algo que nosotros tratamos de devolverle a la sociedad, y tenemos que trabajar con eso. La ilusión que tienen estos críos, que van pasando las diferentes categorías… Y ojalá dentro de poco podamos tener más murcianos aquí. Esa es la idea nuestra, y ya han salido murcianos que han jugado aquí y han jugado en ACB, como Edu Sánchez (actualmente en el Burgos de LEB Oro), que es un chico entrañable para nosotros, que salió de nuestras categorías. Él debutó con el primer equipo contra el Manresa (temporada 1996/97). Nos habíamos quedado sin bases, y el entrenador, que era Ricardo Hevia, me dijo que necesitaba alguien que nos echara una mano. Le dije, “mira, vamos a mirar en Archena”, que era el equipo vinculado y estaba Felipe (Coello) allí. Yo le dije, “Felipe, ¿un base que no utilices?”, y Edu Sánchez era el tercer base en Archena. Él me dijo, “el que quiera Ricardo” (Hevia), pero Hevia me dijo que el que no jugara, que él no lo iba a utilizar más que para ayudar en los entrenamientos y tal. Hevia me dijo, “el base que él no utilice, el que menos minutos juegue”. Así que nada, pues manda a Edu Sánchez. Y el día que tuvo que debutar contra Manresa, con Chichi Creus ahí, metió un triple… La verdad es que a Edu le queremos mucho. Y hay más murcianos: Ramón Moya, que hizo muy buena campaña y después lo traspasamos a Manresa… Por eso lo decía, lo importante que hay detrás, participar en la formación de los niños como personas y orientarlos hacia el deporte, y hacia el baloncesto. Esa es una de las grandes cosas que hace el club.





Luís Carabante (Presidente del CB Murcia. Fuente: La Opinión de Murcia)


B: Bueno, ya para acabar, el presente y futuro inmediato del club, ¿cómo lo ves?


D: Pues hemos tenido una gran suerte con la familia Carabante, hay que destacarlo. Han puesto muchísimo dinero y están poniendo dinero, y con un Presidente, Luís Carabante, que es una excelente persona, una persona super implicada y que te deja trabajar, y para él esto es algo más que ser Presidente, él a esto ya le ha tomado un cariño en el poco tiempo que lleva, que… Igual que su hermano José Ramón, pero él lleva otras cosas y no está en el día a día como Luís, pero ha dicho que se haga lo que haga falta. Toda la familia ha tomado esto con mucho cariño.


B: Es que tú que llevas tantos años, desde tu cargo lo has visto ya varias veces, que aquí el que entra, se engancha rápidamente. El que llega, se pone a ver un partido y en un minuto se le mete esto en vena. Le pasó a Salvador Hernández, que se volvió loco con el equipo, pero que cuando llegó no tenía ni idea de baloncesto, que yo sepa, ¿no?


D: No, él es un hombre que venía del fútbol y había jugado al fútbol, y él era del deporte, pues sí, pero no estaba metido en esto… Y cuando llegó y vio esto… A veces desde fuera te piensas que esto es fácil, pero luego entras y ves que es más complejo. Lo que pasa es que te imprimes de lo que desprende… Te lo decía antes, que para mí esto ya no es un trabajo, esto me ha dado más dolores de cabeza y me ha dejado más noches sin dormir que mis hijos, ¿eh? Pero bueno, un día me iré, y he estado fuera de aquí unos me


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Artículo publicado por Pedro Serrano

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