La Pizarra del Entrenador
Zona Press 1-3-1
Juan Carlos Sánchez  | 11.09.2008 - 10:26h.
Imprimir esta noticia |  0 comentarios |  [ Comentar ]
Juan Carlos Sánchez  | 11.09.2008 - 10:26h.
Cuando hablamos en términos baloncestísticos de una defensa en zona, la regla general es la de un modelo defensivo de corte estático en el que los jugadores ocupan y vigilan una parcela determinada a la espera del fallo del rival. Sin embargo, la zona press 1-3-1 no responde a este esquema, pues hablamos de una zona dinámica que emplea muchos conceptos propios de una defensa individual intensa, en la que se busca forzar el error del rival. Sin duda, el modelo de zona 1-3-1 admite muchas variantes que persiguen objetivos diferentes, y por tanto se practican siguiendo patrones tácticos totalmente distintos. Vamos a centrarnos en analizar el modelo de zona press; modelo que genera importantes debates respecto de su modo de ejecutarlo, así como de su forma de atacarlo.

En relación con el dibujo en pista, éste comprende de forma habitual la presencia del base en línea frontal (1), por delante de una línea de 3 jugadores (3-5-4) en la que el pívot de mayor envergadura ocupa el centro de esa línea, mientras que el jugador trasero acostumbra a ser el exterior más rápido (2).

Inicio 1-3-1


Para poder realizar este modelo defensivo con eficacia es necesario que se den una serie de características físicas en los jugadores que lo practican. Se hace precisa una envergadura importante en los jugadores, por un lado, porque cubre un mayor campo de intimidación en los traps al tiempo que cubre mayor línea o espacio de pase. Por otro, porque como veremos a continuación, uno de los principales problemas de este modelo se encuentra a la hora de cerrar el rebote defensivo, con muchos desajustes a la hora de cerrarlo. En resumen, destacar la necesidad de que los jugadores que van a ejecutar esta defensa sean jugadores atléticos y con cierta altura al tiempo que se aconseja cierta versatilidad en los jugadores exteriores.

Otro factor interesante que debemos tener en cuenta a la hora de poner en práctica este modelo es la dificultad para ajustarlo en los primeros ataques, aunque esto dependerá también del grado de trabajo y la frecuencia con la que se usa este recurso táctico.

El elemento principal y que identifica esta defensa es la realización de traps o 2x1 en las esquinas. Comprende tanto las dos esquinas de la línea de fondo, como las de media pista. No obstante, existen dos situaciones en las que muchos entrenadores desaconsejan realizar esos traps o 2x1. Uno de estos casos se produce cuando el rival plantea el ataque con dos bases en pista, ambos en línea, de manera que se desaconseja realizar los traps de arriba, pues el riesgo de salida con un ataque limpio es importante. En ocasiones es el propio rival el que 'invita' con dos jugadores en línea a realizar el trap, para cambiar el balón de banda. Además, la reiterada repetición de este modelo defensivo puede dotarlo de un mayor ajuste, pero al mismo tiempo permite al rival conocer mejor la forma de atacarlo.

Alero 1-3-1


A la hora de realizar los traps de arriba (sobre la línea de medio campo), el base defensor dirige el avance del base rival hacia una de las bandas, al objeto de que el 3 o el 4, en función de la banda en la que se encuentra, acudan a hacer el trap con el propio base y con los brazos bien levantados, mientras que los restantes jugadores que no intervienen en la acción, ocupan las líneas de pase, en todo caso por delante de su par.

Si el balón llega a un jugador situado en la esquina sobre la línea de fondo, el trap se realiza en cambio entre el escolta y el jugador 3 o 4 en función de la banda en la que se realiza. El jugador 2 acude al trap en ambas bandas, por lo que su sentido del juego será siempre acorde a la banda por la que circule el juego en cada momento. En ese momento, el pívot recupera la posición en la pintura, siempre delante de su par, mientras que el base acude a cerrar la posición de poste alto. El alero que queda fuera de ese trap (en la otra banda) atiende a posibles cambios de banda por encima de las manos de los defensores que realizan el trap.

Un punto muy importante que se debe salvar en este tipo de defensa es su posible o aparente debilidad en los balones interiores, pues el pívot juega algo más adelantado de lo normal. En este caso, su defensa sobre el pívot rival debe evitar que le llegue el balón así como ocupar la línea de pase interior. No obstante, el mayor problema se encuentra si se produce un emparejamiento en el poste bajo del escolta defensor, en cuyo caso éste siempre debe solventar la situación de desventaja defendiendo por delante, evitando el pase, de manera que si no lo consigue y el atacante encuentra una situación clara de ventaja, es el pívot el que retrocede al poste bajo a la ayuda mientras el base ocupa el puesto en el poste alto que éste deja. El poste alto es un lugar delicado en este modelo defensivo, espacio destinado al 5 para evitar tiros o pases interiores, por lo que el ajuste de su posición obliga en todo caso al base (1) a atender el lugar desatendido.

Zona 1-3-1


Y por último, un elemento muy importante y especialmente preocupante cuando se ejecuta este tipo de defensa se encuentra en el rebote defensivo. La situación de 2x1 obliga a un reajuste defensivo para corregir desequilibrios inmediatos, por lo que los emparejamientos en el rebote pueden deparar situaciones de desventaja física. Es para ello especialmente importante la concentración defensiva de cada jugador a la hora de cerrar el rebote del atacante más próximo bajo un régimen en cierta medida anárquico. Por este motivo, se aconseja que este modelo defensivo sea realizado por jugadores de cierto tamaño y capacidad física, especialmente en los aleros (3 y 4) que en su caso deban cerrar el rebote cuando se ha producido un lanzamiento exterior desde la esquina contraria.

Destacar no obstante que este modelo defensivo presenta errores muy comunes a la hora de ejecutarlo. Es posible que el base no oriente el juego rival hacia la forma más óptima para ejecutar los traps, cometer faltas cuando se ejecutan (pues permite al rival sacar ventaja de una situación clara de dificultad), que el pívot retroceda en exceso hacia la pintura, que no se defienda por delante del atacante ni en la trayectoria real de las líneas de pase, así como la falta de concentración a la hora de cerrar el rebote defensivo, cuando quizá exija en este aspecto un nivel si cabe más elevado ante la situación de desventaja.


Compartir noticia:  Facebook |  Twitter |  Menéame |  Digg |  Del.icio.us |  Technorati |  Yahoo! My Web   


Artículo publicado por Juan Carlos Sánchez

0 comentarios
Danos tu opinión
Danos tu opinión
Nick:


Comentario:


Código de seguridad: 2958

Por favor, necesitamos que reescribas el código de seguridad para asegurarnos que no se trata de un robot: