Dentro de los modelos defensivos en zona éste es sin duda el más utilizado por los entrenadores. Cuando hablamos de selecciones nacionales, es casi el único modelo de defensa en zona que podemos ver. El fundamento se encuentra en la aparente sencillez de este modelo defensivo en relación con otros modelos mucho más complejos y que requieren de un mayor número de entrenamientos y ensayos para poder ejecutarlos con eficacia.


De este modo, su disposición inicial comprende a dos hombres situados en la primera línea, generalmente, los jugadores 1 y 2 (base y escolta) y una segunda línea que comprende a los jugadores 3, 4 y 5, paralela a la línea de fondo y algo más adelantada de la altura del aro, en el que el jugador 5 ocupa la posición central. En este modelo, el espacio defensivo que protege cada jugador no presenta demasiados ajustes ni alteraciones, por lo que se suele mantener estable, algo que facilita la ejecución de este modelo defensivo.





Vamos a continuación a describir la actuación propia de cada jugador:


- Jugadores 1 y 2: Ocupan el espacio frontal exterior bajo una defensa de cierta intensidad. Su responsabilidad exterior hace que en la práctica cuando el balón ocupe su zona defiendan casi en individual. Pero su preocupación defensiva no sólo alcanza esta zona frontal, sino también la vigilancia del poste alto, punto débil de este modelo defensivo. Tendrá lugar tanto si el balón llega a esa posición, como cerrar la línea de pase al poste alto cuando el balón se encuentra en una de las bandas.


- Jugadores 3 y 4: Su función principal es la de atender dentro de su espacio los tiros exteriores desde los laterales y desde las esquinas y recuperar en todo momento y de forma rápida la posición. En mi opinión, deben ser jugadores con cierta versatilidad y capacidad física en la medida en que su defensa comprende tareas tanto exteriores como interiores. Además, en los lanzamientos exteriores, el alero del lado contrario al lanzamiento debe cerrar muy bien el rebote.


- Jugador 5: Su ubicación comprende el espacio de la pintura. Es el jugador más grande y desde su posición controla el juego del rival, por lo que su comunicación con los compañeros puede ayudar a ajustar y dar solidez a este sistema.


Sobre este modelo, debemos destacar una serie de puntos que resultan fundamentales:


1) Este modelo defensivo busca agotar los ataques con un lanzamiento exterior, por lo que es aconsejable frente a equipos con dificultades entre sus jugadores para el lanzamiento exterior; no siendo aconsejable ante equipos con jugadores con grandes porcentajes de acierto en el lanzamiento de tres puntos.


2) La primera idea de este modelo es la de llevar el balón a una de las bandas, y en todo caso, evitar que el balón llegue al poste alto, auténtico punto débil de este modelo. Por ello, algunos equipos comienzan a ejecutar esta defensa no bajo un modelo de 2-3, sino bajo un modelo de 1-1-3. Una vez que el balón llegue a la banda, recuperan su esquema 2-3 para llevarla a cabo.





3) Cuando el base presenta cierta envergadura física, algunos equipos tienden a sustituir al jugador 3 por el jugador 1. Tiene cierto interés ofensivo para que el jugador 1 lance el contraataque de los jugadores 2 y 3 con muchísima velocidad. No obstante, no es un recurso demasiado habitual en la práctica.


4) Los jugadores 3 y 4 llevan a cabo una labor muy versátil. A modo de ejemplo, si el jugador que ocupa su zona es mal tirador, puede acudir al centro de la pintura a forzar un 2x1 interior. Además, su labor a la hora de cerrar el rebote es fundamental. Esta labor comprende especialmente al jugador del lado contrario al del lanzamiento exterior, que debe estar muy preocupado por cerrarlo.


5) Este modelo defensivo tiene tres debilidades fundamentales:


- La regla general es que el jugador 4 sea un jugador interior, al que le cuesta cierto trabajo acudir a puntear los triples de las esquinas. Por este motivo, es frecuente que un atacante tirador ocupe esa posición para aprovechar esta debilidad. De ahí que comentara antes la versatilidad física de los jugadores que ocupan los puestos de 3 y 4.


- Resulta peligroso para este modelo la presencia en el puesto de ala-pívot rival de un jugador con un gran porcentaje desde el triple frontal, pues los exteriores tienden a realizar una defensa casi individual y pueden conceder triples frontales al ala-pívot. A modo de ejemplo, pues es un recurso ante zona que Unicaja realizó la temporada pasada empleando para ellos a Germán Gabriel.


- Y por último, el punto crítico principal de este modelo se encuentra en el poste alto, en el espacio de la línea del tiro libre. Este espacio es común tanto a los jugadores 1 y 2 como al jugador 5. La defensa dependerá en cada caso del jugador que ocupe esta posición. Si el jugador 5 rival acude a esa posición, el 5 defensor aguante al atacante para dar tiempo a que los jugadores 1 y 2 puedan realizar un 2x1. Pero si otro jugador distinto del 5 ocupa esa posición, si el 5 defensor se aleja demasiado del aro pierde la posición en el rebote respecto del 5 atacante, pierde la posición interior respecto a éste, siendo pues muy vulnerable al juego entre pívots. Esta situación ha sido progresivamente corregida por muchos entrenadores añadiendo un nuevo dibujo a este modelo: la conocida zona 2-1-2.





Resulta interesante conocer brevemente los principales ajustes que prevé este modelo de zona 2-1-2 respecto de la zona 2-3. Es evidente que el ajuste pasa por paliar los problemas que se producen a la hora de defender el poste alto. En especial, vamos a atender al supuesto crítico que citamos con anterioridad en el que el atacante 4 o incluso el atacante 3 ocupa esa posición gozando de una posición alternativa cómoda y favorable.


En este caso, esta defensa presenta un ajuste. El defensor 5, en este modelo más adelantado, puede defender esa posición aguantando al rival sin caer en la finta a la espera de la ayuda de algún exterior. Pero es evidente que el jugador atacante 5 ocupa la pintura con ventaja. Por tanto, el ajuste se encuentra en el exterior cuyo sector ha quedado sin atacante. Este jugador debe cerrar la defensa de forma muy rápida, defendiendo al 5 atacante evitando que el balón llegue a éste y cerrando el rebote a este jugador en caso de producirse.


De este modo, se consigue evitar esa zona de peligro en el poste alto, aunque exige mayor movilidad y por tanto exige mayor complejidad técnica a la hora de ejecutarla.