Lucharán ambos por poder llevar el título de campeones de la Copa LEB Plata a sus vitrinas, pero la final entre el Hestia Menorca y el UBU Tizona irá mucho más allá que la disputa de un trofeo. Porque su mera presencia en la Final supone ya el primero de los triunfos para dos ciudades que vieron como la estrella del baloncesto se apagaba y que han sido capaces de recuperar la ilusión de la mano de dos proyectos dispuestos a crecer desde la experiencia. .

Será en la noche del próximo sábado cuando la Copa LEB Plata se ponga en juego sobre el parqué del Pavelló Menorca, una de esas canchas que parece regresar con fuerza a la primera plana del baloncesto nacional y que tratará de llenar sus gradas con una afición de esas que saben muy bien lo que es disfrutar del mejor baloncesto.

Y es que no son pocos los casos de ciudades que llegaron a codearse durante años con la élite del baloncesto antes de llegar a ver cómo su historia llegaba a su fin entre disoluciones y renuncias fruto de los problemas económicos.

Un pasado del que aprender y que ha sido capaz de traer de vuelta a la gran mayoría de ellas desde unas Competiciones FEB en las que siguen llegando cada año nuevos ejemplos. Girona, Granada, Andorra, Valladolid, Lleida, Alicante, Torrelavega y, desde este próximo sábado, ¡Menorca y Burgos!

Porque cuando el Hestia Menorca y el UBU Tizona salten a la pista, será inevitable evocar aquel mes de junio del año 2010 en el que ViveMenorca y Ford Burgos lucharon por el ascenso a la Liga Endesa en una de las finales más vibrantes del nuevo milenio en la Liga LEB Oro. Una serie al mejor de cinco encuentros y que pasó a la historia por la remontada balear del 2-1 burgalés tras una lesión que terminó por ser decisiva, la del base Chris Hernández.

Una fecha que supuso el punto y final a la historia del equipo isleño quien, apenas unos días después, anunciaba su desaparición al no poder afrontar las exigentes condiciones del ascenso a la Liga Endesa por aquel entonces.

Todo un vacío para una tierra de baloncesto que volvió a llenarse apenas unos años después cuando el humilde proyecto del hoy Hestia Menorca fue capaz de encender de nuevo las luces de Bintaufa.

Por ello, la posibilidad de sumar el primer título oficial su aún breve historia genera tanta ilusión en Mahón como podría llegar a hacerlo en una ciudad de Burgos en la que el UBU Tizona sigue estando muy presente. Porque a la entidad presidida por Miguel Ángel Benavente le han bastado apenas un puñado de años para regresar a la élite desde las catacumbas del baloncesto nacional.

Una entidad que llegó a lograr tres ascensos consecutivos a la Liga Endesa y que terminó renunciando a su exitoso camino a la espera de otros tiempos. Pero ni la Primera División Nacional ni la Liga EBA parecían ser el lugar propicio para un proyecto que creció de nuevo de manera natural y que pelea este año por su retorno a la LEB Oro desde la más absoluta excelencia deportiva.

Dos historias cruzadas y que transcurrirán en paralelo en la tarde-noche del próximo sábado donde baleares y burgaleses soñarán de la mano a lo largo de 40 minutos con poder dar un nuevo impulso a sus proyectos a golpe de metal.

¡La Copa LEB Plata les espera!