Hace cinco años, la llegada de Jure Zdovc al banquillo de Eslovenia provocaba un efecto llamada como pocas veces se ha visto en una selección tan dada a las ausencias. El corte de Vujacic y las lesiones de Beno Udrih en la preparación y de Dragic y Smodis en la primera fase del torneo no menguaron la ilusión de un grupo que, de la mano de un excelso Erazem Lorbek, se metía en las semifinales.

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Tras rozar la medalla, derrota en la prórroga ante Serbia y por la mínima en el bronce ante Grecia, la salida de Zdovc devolvía a los verdes a su habitual senda. Pese al reguero de bajas, el notable Mundial de Turquía daba paso a la etapa de un Boza Maljkovic quien, tras algunas dudas, comenzaba el cambio generacional. Así se llegaba al pasado EuroBasket, donde la derrota arrastrada de la primera fase ante Croacia (¿déjà vu de la cosechada en 1992 ante Checoslovaquia?) sentenciaba a los anfitriones a un cruce de cuartos letal ante una Francia a la postre campeona. A efectos clasificatorios el quinto puesto daba paso al Mundial, pero por encima de eso quedaba la sensación de una selección con un estilo propio que había sido capaz de prender la llama entre sus aficionados.

Con Lakovic y Nachbar retirados de la selección, la vuelta de Jure zdovc al cargo, traía consigo alguna que otra incógnita que la preparación se está encargando de esclarecer. Conocido por su control del juego, Zdovc ha sabido ajustar su libreto a las caracteristicas de una selección que suple muchas de sus carencias a base de entrega, verticalidad y en ocasiones imprudencia. Con un juego interior algo pobre en el que se ha confirmado la baja de Erazem Lorbek pero se cuenta con la progresión de Omic, la mejor noticia para Eslovenia llegaba con la confirmación de la participación de Goran Dragic.

Líder, por primera vez, absoluto de de la selección en su EuroBasket, la extraordinaria temporada en los Suns que le llevaba al tercer mejor quinteto de la NBA no hacía más que multiplicar la ilusión por la Copa del Mundo. Bien respaldado por un Klobucar que ha dado un notable paso adelante, “Goki” lidera un perímetro en el que su hermano Zoran pone una marcha más. El trabajo de Muric y la velocidad de Blazic apuntan a ser las otras grandes bazas de un estilo que tiene su contrapunto en la frialdad de Domen Lorbek y en la capacidad de tiro exterior de Klemen Prepelic.

Encuadrada en un grupo duro pero muy abierto, Eslovenia llega así a la Copa del Mundo sin renunciar prácticamente a nada y muy cercana a haber encontrado una identidad propia para construir en torno a Goran Dragic, un núcleo de jugadores de explosión tardía, nivel medio-alto y mucho compromiso.

Con grandes momentos en los primeros amistosos, el tiro exterior apunta a ser uno delos grandes termómetros de una selección con muchos problemas para generar juego en ataque estático. A partir de ahí, y hasta la hora de cruzarse con USA, nada debe ser impensable para esta Eslovenia.




En el que será su tercer Mundial, Goran Dragic aparece al fin como el líder indiscutible de una Eslovenia que lleva su indudable marca. Enorme en el pasado EuroBasket y aún más en su temporada en Arizona, el mayor de los Dragic ha sabido dar el paso al frente que, hasta el verano pasado, parecía faltarle en el ámbito de la selección. Excesivo hasta el deleite cuando ataca el aro, Dragic trae electricidad en campo abierto, alegría ofensiva y todo el desparpajo de quien se sabe tan fundamental como especial. Irregular en el tiro pero con necesitad de mostrarse activo en él, nadie duda de su capacidad de generar juego a través del desborde. Si además logra sumar generación en estático, los de Zdovc tendrán mucho adelantado gracias a una de las grandes estrellas del torneo.

Zurdo como Dragic, Jaka Klobucar regresa a la selección de la mano de un Jure Zdovc que ya le diera grandes dosis de confianza en 2009. MVP de la final liguera y del torneo Adecco con la selección, Klobucar ha madurado en el Krka ganando en confianza y afianzándose definitivamente como base. De gran primer paso y notable manejo de balón, su mejora en el tiro ha acabado por ser la llave a una progresión que por momentos parecía olvidada. Con ciertos problemas ante defensas físicas, debe ser el refresco de Dragic intentando mantener su estilo.

Llamado como premio a su fantástico Europeo U20 pero finalmente descartado, Matic Rebec está haciendo valer todo lo aprendido a las órdenes de Zmago Sagadin en el Helios. Pequeño y amante del riesgo, Rebec domina el balón es agresivo en el 1x1 y tiene una facilidad innata para generar juego e incluso para los rebotes largos. Falto de pausa y muy mejorable en defensa, su principal via de anotación viene por el triple aunque sigue siendo un tirador irregular.

Tras explotar en el pasado EuroBasket, Zoran Dragic llega como el principal escudero de su hermano Goran en el perímetro. Gran defensor y amigo del contacto, “Zoki” muestra su mejor versión en campo abierto o atacando el aro. Buen jugador sin balón y correcto pasador, el del Unicaja alternará entra las posiciones de escolta y alero. Falto de pausa y con tendencia a cargarse de faltas, poco a poco parece haber mostrado algunos progresos en el tiro exterior.

A buen nivel en el Estrella Roja, Jaka Blazic llega a la Copa del Mundo tras una preparación en la que ha mostrado sus dos lados. Jugador por una parte intenso y temperamental, disfruta en campo abierto o penetrando por la izquierda pero tiende a ahogarse en el estático. Buen manejador de bola, puede lanzar a media distancia apoyándose en bote, pero su tiro exterior sigue siendo deficiente.

De la total confianza de un Jure Zdovc a cuyas órdenes ha hecho un gran curso en Turquía, Domen Lorbek apunta de nuevo a un papel central en la rotación exterior eslovena. Correcto tirador, pone el punto de pausa en un perímetro en ocasiones acelerado siendo además un muy buen defensor.

Como tres más claro del equipo, Edo Muric parece en disposición de dar un paso adelante en la jerarquía eslovena. Duro y excelente reboteador, en defensa puede cambiar casi con cualquier juagdor, mientras que en el plano ofensivo pasa por ser un finalizador potente. Flojo tirador, una mayor dimensión exterior y una mejor lectura de juego pasan por ser sus principales vías de crecimiento.

Notable en el inicio de la preparación, Klemen Prepelic pasa por ser lo más parecido a un especialista en el tiro que tiene Eslovenia. Algo frío en apariencia, cuando entra en racha puede romper dinámicas de partido así como ayudar en la dirección de juego.

Llegados desde la selección B y U20, Mitja Nikolic y Aleksej Nikolic completan la preselección y se ha disputado el último hueco, eligiendo Zdovc al segundo de ellos. Mitja es un alero todoterreno con instinto reboteador, un buen primer paso y en el que se intuye capacidad de tiro. Cuatro años más joven (1995), Aleksej fue el perfecto socio de Rebec en el reciente Europeo U20. Jugador del Spars Sarajevo, se trata de un combo con buena mano, chispa y visión de juego.

En esta renovada Eslovenia, Jure Balazic pasa por ser el jugador más veterano del cuadro de Zdovc. Inteligente y con buena mano, adolece de cierta lentitud pero conoce el oficio y puede abrir el campo con su buena mano exterior. Sin grandes dotes en el rebote, en defensa sufre ante jugadores rápidos pero aporta un punto de dureza interesante.

Muy del gusto de Zdovc, Miha Zupan vuelve a la selección cuatro años después de su última participación. Tosco y desesperante en ocasiones, su brega en el rebote ofensivo y cierta capacidad de jugar de cara al aro pueden garantizar algunos minutos de intensidad.

Básicamente ya como cinco, Uros Slokar se mantiene como uno de los fijos en la selección tras un buen final de campaña con el Estudiantes. Cada vez menos propenso a jugar de cara al aro, Slokar ha recuperado en los últimos años parte de su repertorio anterior. Grande y con un buen juego de pies, su condición de zurdo le hace ganar en imprevisiblidad. En el lado menos amable, su poca templanza y sus flojas manos lastran buena parte de su credibilidad.

De progresión lenta pero más o menos continuada, Alen Omic llega a la absoluta tras un buen año en el Olimpija. Grande y relativamente coordinado, ha ganado algo de fuerza y es capaz de correr la pista. Con temple en el poste bajo y presencia en el rebote ofensivo, necesita ganar regularidad y sumar algún movimiento más ofensivo.

Llegado desde la selección B y en principio para reforzar la concentración, Matej Krusic ha sido junto a Rebec uno de los últimos descartes. Pasa por ser un pívot de corte clásico, y cuenta con experiencia internacional aunque no excesivamente exitosa. El jugador del Grosuplje destaca por su capacidad de rebote siendo un correcto defensor. Con tendencia a cargarse de faltas, ofensivamente es básicamente un finalizador.




En la que es su segunda etapa al frente de Eslovenia, Jure Zdovc parece haber encontrado de nuevo el equilibrio entre su gusto por el juego controlado y la tendencia de sus jugadores a un estilo más agresivo. Inteligente y comunicativo, su condición de referente del baloncesto esloveno juega a su favor en la gestión de la herencia de Boza Maljkovic. Semifinalista en el EuroBasket 2009, a nivel de club Zdovc llega tras un gran año en un Gaziantep Halil turco a quien tras coger coqueteando con el descenso llevó a la Final Four de la Eurochallenge y a posiciones desahogadas en la TBL. Anteriormente, el esloveno había dirigido al Spartak de San Petersburgo durante dos notables cursos en los resultados y algo menos en el juego.

Iniciada su carrera como asistente en el Krka, su primer gran cargo llega con el KK Split con el que se alza con la Copa croata. A partir de ahí, y hasta la llegada a Rusia, Geoplan, Iraklis y Bosna precederían a su doble etapa en el Olimpija de Ljubljana. Una liga eslovena, una bosnia y 3 copas eslovenas completan un palmarés que evidentemente deja su dimensión lejos de la que mostró como jugador, tal como narramos en el perfil que acompaña a estas páginas de Guía BasketMe.




EXPERIENCIA MUNDIALISTA: Sólo cuatro jugadores eslovenos saben lo que es disputar un Mundial*:

Goran Dragic: 2 (2006 y 2010)
Jaka Klobucar: 1 (2010)
Uros Slokar: 2 (2006 y 2010)
Miha Zupan: 1 (2010)

* Como jugador Jure Zdovc disputó, y ganó, el Mundial de 1990

- UNA SELECCIÓN SINIESTRA Y FAMILIAR: Pocas selecciones pueden presumir de ser tan izquierdistas como Eslovenia. Como viene siendo habitual, el puesto de base en la selección queda reservado para los zurdos y, pese a las ausencias de Lakovic o Beno Udrih, Goran Dragic y Klobucar mantendrán la tradición. Además, la presencia de Zoran Dragic y Slokar mantiene la tendencia de una selección en la que en su anterior etapa Zdovc llegó a juntar siete zurdos en un partido. Por otra parte, y pese a que ni Dino Muric ni Erazem Lorbek ni los hermanos Udrih estarán en el Mundial, el punto familiar se mantiene con la presencia de los hermanos Dragic.

BAJAS: La retirada de la selección de Lakovic o Nachbar ha acelerado un proceso que por renuncia o lesión también ha dejado en el camino a jugadores como Beno Udrih, Vujacic, Brezec, Begic o Vidmar.

DEFENSA: Uno de los tópicos más repetidos en torno a la selección eslovena es el de su falta de carácter defensivo, algo que un vistazo detenido a sus últimos Europeos desmiente rotundamente:

En el EuroBasket 2005 Eslovenia cerraba invicta la primera fase invicta encajando ante Bosnia 65 puntos, 56 ante Grecia y 58 ante Francia. En el cruce de cuartos los 76 puntos de Alemania suponían el fin de la aventura en tierras serbias. Dos años después, en Alicante y Madrid, los de Ales Pipan volvían a quedar invictos en el primer envite recibiendo tan sólo 68 tantos de Italia, 52 de Polonia y 66 de Francia. Ya en la segunda fase Eslovenia dejaba en 51 a Turquía y 47 a la Alemania de Nowitzki, siendo la única excepción la derrota ante Lituania donde se encajaban 80 puntos. En el cruce, Eslovenia caía ante Grecia por 63-62. En Polonia, Eslovenia disputaba nueve encuentros de los cuales en sólo en dos encajaba más de 70 puntos, siendo ambos partidos resueltos en la prórroga… y así hasta llegar a nuestros días.

Más allá de los números, el estilo de Eslovenia parece claro que pasa por una defensa agresiva, intensa en las líneas de pase y que busca salir a la contra.

TIRO EXTERIOR: A priori uno de los puntos flojos del equipo pero que en la preparación ha funcionado relativamente bien. Con bastantes jugadores capaces de anotar desde los 6'75, sólo Prepelic aparece como un verdadero especialista, por lo que el acierto del resto puede ser fundamental.

JUEGO INTERIOR: Con la baja de Erazem Lorbek, la pintura y el ataque estático parecen los mayores quebraderos de cabeza para Zdovc.

RITMO: Fundamental para minimizar lo anterior. Eslovenia necesita subirse al ritmo de Goran Dragic para vivir su mejor versión.

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por IVÁN FERNÁNDEZ