Uno de los debutantes en la selección absoluta de Grecia este verano es el joven Giorgos Bogris, nuevo jugador del recién ascendido a la ACB MoraBanc Andorra, y que se ha preparado durante este verano con el equipo nacional griego para la Copa del Mundo de España 2014. BasketMe ha podido hablar con uno de los jugadores helenos más destacados en categorías inferiores, donde ha sido también campeón europeo.

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BasketMe: Saludos, Giorgos. ¿Cómo han sido tus tres primeras semanas con la camiseta de la selección de Grecia y cómo va la preparación hasta el momento?

Giorgos Bogris: Ha estado muy bien, es una experiencia realmente buena y única para mí. La preparación y los partidos amistosos han sido duros, frente a equipos de la talla de Francia o Serbia, que probablemente terminen muy arriba en la clasificación del próximo Mundial. Como equipo hemos tenido partidos buenos y malos, pero globalmente la experiencia de jugar con la camiseta de la selección de Grecia me hace sentir muy orgulloso. No importa si soy elegido entre los 12 definitivos o no, todo ha resultado magnífico.

El nuevo seleccionador, Fotis Katsikaris, te ha dado minutos de juego en esta preparación. ¿Cómo te ha ayudado esta experiencia a mejorar como jugador?

Por supuesto poder tener minutos es muy importante para un jugador joven que quiere mejorar, pero la competencia frente a jugadores mucho más experimentados como Vougioukas, Bourousis o Glyniadakis es muy grande, y a la vez muy fructífera. Estoy trabajando muy duro con el equipo y gracias al trabajo que he realizado en la liga griega durante los últimos dos años he sido llamado a la selección, lo que supone un gran honor para mí. Si soy finalmente seleccionado para ir a la Copa del Mundo enseñaré todo lo que he aprendido en la pista. Es muy importante para mí seguir entrenando pero también jugar más. Pienso que hacerlo en el PAOK me ha ayudado mucho.

¿Te has sentido cómodo pudiendo jugar en la selección absoluta?

Ha sido genial, poder conseguir algo así es un verdadero sueño para cada jugador griego, el máximo objetivo de vestir la camiseta de la selección. Grecia ha sido uno de los equipos más destacados durante muchos años y sus seguidores son muy apasionados, porque aman con locura a su equipo. Están muy contentos con nosotros y espero poder seguir jugando muchos años en el futuro con la selección griega.

¿Piensas que la convocatoria para la selección ha influido en tu fichaje por el MoraBanc Andorra de la ACB española?

Creo que ha ayudado mucho, pero tengo el sentimiento de que mi actuación global esta temporada con la camiseta del PAOK es lo que realmente me ha dado la oportunidad de poder jugar fuera de Grecia por primera vez en mi vida. La oportunidad es muy grande, y aunque he podido jugar en equipos grandes como Panathinaikos, Aris o PAOK a buen seguro la experiencia en la Liga Endesa será diferente para mí y creo que podrá impulsar mi carrera. Por supuesto se necesita mucho trabajo y estoy dispuesto a ello.

Has jugado con anterioridad frente a equipos españoles. ¿Qué te gusta de ellos y qué crees que hay que hacer para ganarles?

Pienso que el baloncesto español es más rápido que el griego y la liga está algo más compensada. Aunque FC Barcelona y Real Madrid sean los que luchen por los títulos, siempre hay equipos como Unicaja, Bilbao (cuando lo dirigía Katsikaris) y otros más que pueden dar la sorpresa, mientras que el Grecia nadie puede plantar cara a Panathinaikos y Olympiacos, lo que hace una liga de dos velocidades. Los dos grandes luchan por ganarlo todo y el resto está muy igualado, con una pequeña diferencia para PAOK y Panionios. Esa es la gran diferencia entre la liga española y la griega, y está contribuyendo a que la selección de España sea cada vez un contendiente más fuerte. Sería una sorpresa que España no terminara en una de las tres primeras posiciones del Mundial este verano, y más siendo la anfitriona. Está a otro nivel con respecto al resto de equipos, junto a la superfavorita USA. Me gusta su entrenador y la manera en la que juegan. Jugadores, técnicos y equipos están al máximo de los niveles y eso es lo que me gusta más de ellos. Si queremos vencerles tenemos que estar concentrados durante los cuarenta minutos y seguir las instrucciones de nuestros entrenadores. Si lo hacemos, tendremos alguna posibilidad de ganar.

Tras varios años junto a Zeljko Obradovic, ¿cuál crees que fue su mejor consejo hacia ti?

Es difícil, pero diría que la mentalidad que nos daba para vencer a los rivales y conseguir los títulos. Si quieres ser un jugador de baloncesto tienes que pensar las veinticuatro horas del día en él: no puedes ser un vago. No sólo tienes que ganar los partidos, sino prepararte para ganar. Él es el mejor en eso, me enseñó cómo prepararme a todos los niveles, sobre todo en cómo encarar un partido. Zeljko Obradovic y su asistente Dimitris Itoudis eran un dúo fantástico.

¿Cómo ves a la selección de Grecia?

El equipo tiene grandes problemas, como la ausencia de su máximo anotador, Vassilis Spanoulis, o la de uno de los mejores aleros del país, Stratos Perperoglou. Por último, y no menos importante, el mejor pívot griego en este momento, Kostas Koufos, decidió en el último momento no participar y una pequeña lesión ha apartado también a Big Sofo (Schortsianitis). Hay que tener también en cuenta que aunque se retiró de la selección en 2010, Dimitris Diamantidis sigue siendo uno de los mejores jugadores de Europa y tampoco estará. Con todo esto, se puede adivinar que la situación no es muy sólida para la selección griega, y a ello se añade que el base titular del equipo comenzará la Copa del Mundo con pocos minutos de juego debido a la sanción que se le impuso en la NBA. Todos estos factores son un gran problema para Grecia, es como si imagináramos una España sin los hermanos Gasol y sin Navarro. ¿Sería lo mismo? No lo creo. El trabajo de Katsikaris es más difícil que nunca; con al menos seis debutantes en la preselección como Giannis (Antetokounmpo), yo mismo, Giankovits, Tsairelis, Athienou y un Glyniadakis que ha tenido que ser llamado a última hora, la situación no es tarea fácil para nuestro seleccionador. La ausencia de Nick (Calathes) en los primeros partidos de preparación es un grave contratiempo, y jugadores como Vasileiadis, Sloukas, Mantzaris o incluso Papanikolaou, que han tenido roles secundarios en la selección tienen que dar un paso adelante para sustituir a los legendarios Spanoulis, Diamantidis, Perperoglou, etc., algo que no es en absoluto fácil. En cualquier caso, creo firmemente que gracias a la gran cultura baloncestística que tenemos como país y al espíritu de nuestros jugadores lucharemos para entrar entre los ocho mejores del mundo. Aunque no sea tarea fácil lucharemos por conseguirlo.

Después de toda una vida en Atenas y Salónica, ¿cómo será tu nueva etapa en Andorra?

Andorra es un lugar muy bello. En Atenas y Salónica viven millones de personas, y por lo que sé la población de Andorra es de unos 100.000 habitantes aproximadamente, lo que significa que estaré muy concentrado en mi trabajo para dar lo mejor de mí al equipo y entrenar duro para estar listo para enfrentarme a equipos como Real Madrid, FC Barcelona y otros del máximo nivel. Intentaré jugar todo lo posible y mejorar día a día junto a mi equipo. Siempre he querido vivir en otras ciudades, otros países y por eso estoy muy contento. Siempre he querido jugar unos años en la liga española, así que estoy muy feliz y me gusta mucho la idea.

¿Qué significaría una buena temporada para ti y para tu equipo?

En general, creo que conseguir la permanencia en la ACB sería bueno para el equipo. Lo intentaremos, por supuesto, pero no sólo depende de nosotros. Daremos el 100% de nosotros mismos, pase lo que pase, y seguramente sea difícil al principio porque el Andorra es un equipo nuevo y 7-8 jugadores también lo serán conmigo, así que necesitamos aprender cómo jugar juntos, pero estaremos preparados en unas pocas semanas. Para mí, personalmente poder jugar en las canchas españolas y seguir mejorando. No sólo quiero ser mejor jugador, sino que lo más importante es ayudar al Andorra a alcanzar sus objetivos y conseguir lo que merecemos.

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por CHRIS MAMMIDES