Tras veinte años de ausencia, Egipto regresa al Mundial de baloncesto de una manera bastante inesperada. Ausente del medallero continental desde el bronce de Alejandría 2003, el conjunto norteafricano alcanzaba el verano pasado la final del Afrobasket tras no haber conocido la victoria en la fase de grupos, contando sus tres partidos por derrotas.

DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014

Egipto llegó a participar en cuatro EuroBasket logrando dos medallas, la segunda de ellas de oro en el disputado en El Cairo en 1949. Aunque en los últimos años Angola ha tiranizado los Afrobasket, los egipcios tiene el mayor número de metales con 17: 5 oros, 6 platas y 6 bronces.

Con el objetivo de mantener el espíritu de transformación nacido en el cruce ante Túnez, Amr Abu El-Kehir apuesta por mantener un bloque aún con la sensible baja de un Assem Marei que no ha llegado a tiempo para el Mundial. Referencia indiscutible el pasado verano, su baja se antoja clave para un juego interior en el que tampoco será de la partida Omar Oraby y en el que Rami Abd Alla volverá a ejercer de amenaza exterior. Lejos del perfil de selección que cuenta con grandes individualidades, la definitiva baja de Marei deja a Egipto lejos de poder identificarse con una figura reconocible. Aplazada la renovación generacional con el corte de Oraby o Amin, sólo la consolidación de Abdalhalim parece aportar aire fresco a una selección llamada a sufrir. En el perímetro, las rachas de tiro de Sheriff Abd Alla, la dirección de Khedr y la actividad de El Gammal serán los principales avales egipcios.

Falto de experiencia internacional y encuadrado en un grupo durísimo, parece claro que el objetivo egipcio no ha de ser otro que seguir creciendo de cara a preparar el Afrobasket de Túnez, en el que aspiran a buscar plaza olímpica. Pese a ello, su tendencia a buscar la transición y su querencia por el tiro exterior, en ocasiones excesiva, convierten a Egipto en una escuadra que, a falta de mayores alicientes, puede garantizar momentos de vistosidad.

Con nueve jugadores del pasado torneo en la primera lista, la presencia de Oraby y Amin ponía el acento en una regeneración que tiene por faro en el equipo que acudió al Mundial Junior de Nueva Zelanda, pero habrá que esperar al menos un año más para verles. De entre los medallistas del año pasado, tampoco estarán en España Anas Mahmoud, Ahmed Baraka y Abou-Khadra, siendo baja, una vez más, Omar Sanham.




Con su 1'97, Wael Khedr posee la capacidad para alternar los puestos de base y escolta. Buen director de juego, es capaz de jugar a distintos ritmos. Buen pasador y muy fiable en los tiros abiertos.

Base cerebral que tiende a salir desde el banquillo, Mouhanad El Sabagh es un jugador rápido de manos y activo en defensa, aunque con poca clarividencia ofensiva.

Una de las grandes esperanzas de futuro para Egipto es el jugador de Texas A&M-Corpus Christi (NCAA) Ehab Amin, pero no ha podido superar el corte final y no estará en el Mundial. Base rápido, con facilidad anotadora e instinto para el robo de balón, se encuentra más cómodo en ritmos rápidos y tiene margen de mejora en el tiro.

Tras ellos encontramos en la posición de escolta titular al imprevisible Ibrahim El Gammal. En la tesitura de las bajas de Marei y Oraby, bien pudiera ser el jugador más cercano a la consideración de estrella. Imprevisible e irregular en la parcela ofensiva, el jugador del Al Ahly pone el punto de intensidad en defensa. Ayudas, actividad en el lado débil, en las líneas de pase y buena visión de juego le convierten en un jugador necesario que en ataque es capaz de encadenar tiros imposibles con momentos de obcecación. Irregular por naturaleza, en la pasada William Jones El Gammal superó en dos ocasiones la barrera de los 25 tantos.

Fundamental en los cruces el año pasado, Sheriff Abd Alla pone el punto de veteranía en el perímetro. Listo y habilidoso, es un gran tirador pese a su peculiar mecánica de tiro.

Como comodín exterior desde el banquillo, Youssef Abou Shousha aportará una notable planta física y gran capacidad de salto. Cuenta con un buen primer paso, pero tiene tendencia a abusar del tiro exterior sin grandes resultados.

Un papel secundario jugará el escolta del Sporting Alejandría Moamen Abouelanin, jugador de equipo con conciencia defensiva y que en ataque vive del triple, siendo muy fiable desde los laterales.

El puesto de alero titular estará ocupado previsiblemente por Amir Sherif Abdalhalim, que ha ganado importancia en el equipo por su papel en la Williams Jones Cup. Buen finalizador, tiene facilidad para generarse puntos en la media distancia y es de ayuda en el rebote.

Mohamed Ell-Ithy apunta a tener un papel mayor que el del pasado verano. Con su 1'96 ejerce de tres y no es raro verle jugando al poste bajo. Se encuentra más cómodo en transición que en posicional.

Una de las novedades en la preselección ha sido un Amir El Gendy, finalmente descartado. Buen finalizador, destaca por su facilidad para generarse puntos en la media distancia.

En una pintura de dimensión muy interior, es Rami Ibrahim Moursi Abdalla quien pone el juego abierto. Inteligente sin balón, es un notable triplista y ayuda a generar juego y espacios.

Haytham Kamal Khalifa se presenta como comodín para las dos posiciones interiores y previsiblemente será el pívot titular. Sufre en defensa, pero rebotea con soltura, corre bien la pista y saca partido de la lectura del pick and roll.
Ala-pívot de perfil defensivo, Shraf Rabie se muestra algo lento pero resulta de bastante ayuda en el rebote. Es buen pasador, aunque bastante discreto en la parcela anotadora.

Muy verde pero con destellos de calidad en el poste, el joven Moustafa Mekawy (1994) completa la nómina de ala-pívots mostrando capacidad de intimidación, cierta visión de juego y buena mano, aunque necesita sumar más movilidad y dureza en la competición.

Tras su polémica ausencia en el Afrobasket, el NCAA Omar Oraby no estará en el Mundial al no superar el último corte del seleccionador. Destinado a reeditar con sus centímetros en la zona su pareja con Marei del Mundial junior, con sus 2'18 m aporta rebote y mucha intimidación.

Algo limitado de talla, Seif Samir es peleón en el poste y tiene querencia a jugar de cara al aro. Falto de fondo físico, cierra bien el rebote y destaca en las ayudas defensivas.




Ex internacional e hijo del último seleccionador que se llevo un oro con Egipto, Amr Aboul-Kheir apuesta por quintetos bastante fijos. Siempre metido en los encuentros, tiende a buscar sorpresas tácticas basándose en un juego interior intenso y complementario y alternativas zonales interesantes para contrarrestar la poca calidad en un juego exterior sujeto a las clásicas rachas de tiro y los problemas en la dirección de juego.

DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014



por IVÁN FERNÁNDEZ