Final de la primera fase. El ímpetu, las alternancias y la incertidumbre del Serbia–Francia, decidido en la prórroga, han salvado los muebles a un discutido sistema de competición que nos había deparado una última jornada bastante fría, con pocas cosas importantes por dilucidar, en la que los varios equipos han decidido guardar ases en la manga y procurado no exponerse a lesiones de gravedad.

Afortunadamente, hemos disfrutado del recital de tiro de Marko Keselj, de la clase de Boris Diaw ó Nico Batum, del buzzer beater de Sergey Monya y de la estupenda sorpresa del pase a segunda ronda de los últimos en llegar aquí: Finlandia. No está nada mal.

Se abre ahora un tiempo de reflexión, de escasas 24 horas para unos y de eternos 24 meses para otros, antes de retomar la competición del Eurobasket. Más allá de los números que indican victorias y derrotas, porcentajes de acierto, puntos anotados ó recibidos y tantos otros aspectos de nuestro juego, desde este termómetro se establecen clasificaciones paralelas, en función de las radiaciones térmicas ó calóricas emitidas por las selecciones. En base a esa premisa, se realiza el siguiente escalado de la primera fase:




[1º]. Serbia. La progresión que ha seguido este grupo de jugadores desde 2009, liderados en la pista por el mejor base del continente europeo, es magnífica. Su candidatura al oro no debería ser cuestionada tras la derrota de hoy. Es un bloque que lo tiene todo para ganar: tamaño, talento, oficio, creatividad, genio y genialidad, capacidad para competir... Transmiten pasión, ambición y hambre de ganar. Fuego puro.

[2º]. Francia. Los galos espantan el eterno miedo a la inexperiencia conjugando, al fin, su terrible potencial físico con un sentido colectivo de juego. Si decíamos que Serbia lo tiene todo, Francia no está muy lejos. Un Tony Parker que se muestra implicado como nunca antes. Un Batum en plena madurez física y mental, que saca constantes ventajas a sus pares en el 1c1. Diaw, ese que puede ejecutar casi cualquier gesto técnico sobre la pista y que, esta vez, sí lo está haciendo regularmente... Un Noah que está dejándose todo en cada acción defensiva y ofensiva, con la agresividad que le caracteriza y que le ha reportado un nombre en la NBA como rol-player. ¡Oh là là, qué apuesta tan seductora!

[3º]. España. Con todos los altibajos y ‘pecados veniales’ que los de Scariolo hayan podido cometer, nuestra selección ha demostrado que sabe competir en ambientes muy adversos. A mi modo de entender, sólo una excesiva relajación y el inusual atasco ofensivo de este último cuarto frente a Turquía, ha privado a los nuestros de culminar la primera fase como el equipo más completo y el que más poderío es capaz de desplegar en el torneo, junto con Serbia. La recuperación de Pau Gasol es, eso sí, capital.







[22º]. Portugal. No hay mucho más que puedan hacer con las “herramientas” de las que disponen. Una liga nacional sin apenas seguimiento, en la que sólo 2 equipos (Oporto y Benfica) juegan un baloncesto de cierta relevancia, hace que el relevo generacional de los Andrade, Évora, Santos, Miranda ó Tavares no llegue. Han cumplido simplemente estando en Lituania y cayendo con decoro en sus enfrentamientos del fatídico Grupo A, a excepción de esta última jornada.

[23º]. Italia. De forma totalmente intencional he situado a los italianos por detrás de países con muchísimo menor talento, porque la falta de actitud es imperdonable e indefendible. Con Italia queda claro que existen factores de personalidad que no son entrenables y que la volatilidad y anarquía se encuentran en alguna parte del ADN de estos chicos (algo muy similar y fácilmente extrapolable a la realidad croata). Pianigiani se hace un flaco favor a sí mismo y al país, al asegurar que no tiene nada que recriminar a sus jugadores, porque han rendido al 110%... ¿Debemos interpretar, entonces, que este es el techo de Italia? Prefiero un baño de nitrógeno líquido a aceptar esto.

[24º]. Bélgica. Un conjunto más que mediocre al que sólo el lesionado Axel Hervelle hubiese aportado calidad y acierto. ¿Es bueno para el baloncesto europeo del más alto nivel que este tipo de equipos formen parte de los campeonatos? FIBA debe estudiar fórmulas alternativas. A uno se le congela el alma viéndoles jugar, incluso en verano.