Palma Air Europa consiguió su séptima victoria de la temporada ante un batallador Prat que a punto estuvo de aguar la fiesta local mediante un triple fallido en la última jugada del partido por parte del gallego Alberto Abalde, quien a la postre fue el mejor del encuentro.

De esta manera los de Ángel Cepeda garantizan estar al 50% de victorias al final de la primera vuelta con un partido aún pendiente por disputar en Oviedo el próximo domingo.
El equipo local demostró de nuevo altibajos en su juego. Los mallorquines son capaces de lo peor, como se demostró en el último partido en casa con derrota ante el entonces colista Clínicas Rincón, y también de lo inesperado y por qué no soberbio, demostrando carácter y venciendo a los pocos días a domicilio al aquel entonces líder, y actual colíder, Ourense Baloncesto.

Si bien es cierto que en este último encuentro, la lesión de tobillo en los primeros instantes de Mario Cabanas fue un duro inconveniente a lo largo de todo el partido, especialmente en el rebote, donde los bisoños pupilos de Agustí Julbe llegaron a disfrutar de 12 posesiones más gracias a su superioridad bajo los tableros en esa parcela; 45 a 33.

Los palmesanos empezaron el encuentro dominado tras unos primeros compases de igualdad. Iván Matemalas situaba la primera ventaja en el marcador después de anotar su segundo lanzamiento triple transcurridos tan sólo tres minutos y medio. De ahí al final del periodo lo más significativo y preocupante fue la ya mencionada lesión de Mario Cabanas y un canastón de Toni Vicens, que ayer realizó un fenomenal encuentro (16 p y 8 reb), para situar el 22-15 tras los primeros 10 minutos.

El segundo cuarto vio la entrada en pista del base Agustí Sans en detrimento de Roger Vilanova y de su mano la remontada de los barceloneses, no sólo gracias a su buena dirección sino también a los 11 puntos anotados en este segundo acto, incluyendo tres triples. Sólo Glover con 9 puntos consecutivos aguantaba el tipo. A falta de la última jugada antes del descanso el parcial era de 12 a 22. Gracias a otro lanzamiento de tres puntos por parte de Sergio Llorente, al que cada vez se le ve más cómodo en la pista, Palma pudo llegar a los vestuarios con un empate a 37, encajando así el parcial de 22 a 15 que había infligido anteriormente.

La dinámica del tercer cuarto, con un juego poco fluido y no demasiado acierto hacía aflorar el sufrimiento en las gradas de Son Moix donde la afición local presagiaba infortunio.
Los continuos rebotes en ataque y las segundas opciones de Prat mediante un buen trabajo de sus gigantescos pivotes Nikolic y Martí (25 rebotes entre ambos, 9 de ellos en tablero palmesano) les permitían disponer de muchas posesiones. Todo ello se sumaba a que John di Bartolomeo no entró en juego en ningún momento (2 puntos en todo el partido) y que Bertone tampoco estado acertado; no era un buen presagio de cara al final del encuentro. Así se llegaba a los últimos 10 minutos con 54 a 58.

Y llegó el último periodo donde la decoración cambió por completo. La buena dirección (y anotación de Llorente, 11 p y 4 as) y la entrada en juego del argentino Pablo Bertone con 7 puntos consecutivos ponían tierra de por medio a falta de cuatro minutos y medio (70-61), una ventaja que parecía cómoda, máxime cuando ésta aún era de 7 puntos a falta de minuto y cuarenta y cinco segundos.

A partir de ahí dos pérdidas de los locales, sumadas al festival de Abalde (7 puntos en un minuto) situaban el empate a 73 a falta de nueve segundos.

Una jugada de estrategia (ya empleada desde hace años esporádicamente) magistralmente ejecutada por Llorente y Glover desde la banda, acababan con este último machacando el aro y dando la victoria a los baleares, no sin antes contener la respiración ante un triple muy forzado de Abalde, más buscando la falta que no el acierto.

De esta manera Palma abre una brecha de 4 victorias con el último clasificado y se acerca al verdadero objetivo de la temporada en este su primer año en LEB Oro. Todo lo que venga más allá de la permanencia, bienvenido será.