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CONTRACRÓNICA: Del coche de Marta y Jess a la profecía de Marc Blanch
FEB.ES  | 01.02.2016 - 20:31h.
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Dos localidades volcadas con sus equipos, un pabellón a rebosar y cincuenta minutos de intenso baloncesto dieron forma a una final de Copa Princesa 2016 que comenzó mucho antes, concretamente en la mañana del martes a bordo del coche de las parejas de Marcos Suka y Asier Zengotitabengoa. En su interior se inició el viaje a ciudad de Palencia donde les esperaba un factor con el que nadie contaba, la profecía de Marc Blanch..

Marta y Jess, madrugando por etapas:Corría la mañana del martes cuando la Copa Princesa 2016 llegaba a Palencia para ser presentada por instituciones y autoridades en el Ayuntamiento de la ciudad. Un temprano acto con el que presentar la intensa agenda de actividades a desarrollar en torno al encuentro que no pudo ejercer como el más madrugador de la final...Y es que a un millar de kilómetros de la que iba a ser sede de la copa dos de sus protagonistas se habían puesto ya en marcha. Sus nombres, Marta y Jess, y su principal función de cara a la final la de animar a sus parejas, unos Marcos Suka y Asier Zengotitabengoa a los que les restaban aún algo más de 48 horas para iniciar su viaje con el resto del equipo. Con varios días de antelación, las protagonistas de esta historia fueron abriendo camino en el coche  de Marta y acompañadas de los hijos de esta para poder recorrer los mil kilómetros que separan Melilla de Palencia y en los que necesitaron tomar un ferry desde la Ciudad Autónoma a Motril antes de afrontar un largo viaje con paradas nocturnas en Andújar y Madrid. Todo para poder llegar a tiempo a una final en las que sus ánimos y cánticos no pasaron desapercibidos entre la afición melillenses.

Construyendo al MVP y los campeones anónimos:Con las parejas rumbo a la gran final, la capital palentina preparaba en el más absoluto silencio algunas de sus armas secretas. Y es que en un polígono a las afueras de la ciudad, la firma de ropa deportiva Discóbolo Sport preparaba al detalle las nuevas equipaciones conmemorativas con las que vestir al conjunto palentino de cara al asalto al título. Un arduo trabajo que se detuvo por unos instantes con la visita a sus instalaciones del ex jugador Fernando Romay quién pilló, en plena faena, a los responsables de la empresa durante la elaboración de una de esas camisetas... ¿Adivinan cuál?

Pues sí, la de un Dani Rodríguez cuya camiseta vio detenida su producción durante los minutos que duró la visita de Romay, un alto en el camino que permitió reposar y madurar sobre la mesa de trabajo una indumentaria que terminaría por convertirse en la más cuidada de todas ellas. Unos mimos hacia la portadora del dorsal número 9 que quién sabe si pudieron jugar un papel fundamental a la hora de trasladar la mejor de las energías al que a la postre sería proclamado MVP de la final...Y todo ello sin dejar de pensar en una hipotética celebración de la que nadie quería aún ni oír hablar... nadie salvo Discóbolo Sport porque en su sala de trabajo las camisetas de los campeones comenzaban a estamparse con el único objetivo de poder llegar a tiempo a la fiesta... Todo ello tocando casi más la madera de la mesa que la propia camiseta.

Entre tanto, los protagonistas...Entre tanto preparativo no podemos olvidarnos de los protagonistas de la final. Ajenos a todo lo que se iba moviendo a su alrededor, las plantilla del Quesos Cerrato Palencia se empleaba a fondo sobre una pista que iba tomando color con el paso de las horas. Con el objetivo de hacer del encuentro "uno más" dentro del campeonato, los evidentes nervios porque llegara el gran día eran inevitables en los rostros de unos protagonistas que trataban de auto convencerse de la normalidad del encuentro.Un objetivo que el técnico local, Sergio García, trataba de dar por concluido la misma mañana del partido con su particular "regreso al futuro" sobre la cancha de juego: "¿Nervios? Nervios los del día del playout en Alcazar en el que estábamos cagados porque si perdíamos nos íbamos a la LEB Plata pero cuando juegas para ganar un título lo que tienes que hacer es disfrutar...".  Convencido de sus palabras, el técnico vasco trató de contagiar de ese espíritu a los suyos. Todos decían haber logrado abstraerse de los nervios, desde su ayudante Tino Ugidos -quien llegó a la final con 3 horas de adelanto y preocupado por si sería tarde- hasta un Álvaro Reyes que fue el primero en pisar la pista cuando aún no se habían encendido las luces. Objetivo... ¿cumplido? JPero no crean que los palentinos fueron los únicos en tener que templar los nervios de cara a la final. Algo similar le sucedió a un Melilla Baloncesto que "toco tierra" en Palencia a última hora del jueves y cuyos jugadores se mostraban encantados con lo que allí encontraron: "Al fin vamos a poder dormir... ¡aquí el suelo no se mueve!" bromeaba Edu Gatell tras tener que soportar días de terremotos y temblores en la Ciudad Autónoma.

Y tras 50 minutos llegó la fiesta...¡Con el capitán!Poco podríamos contar del encuentro que no hayan visto ya a través de la realización ofrecida tanto por FEBtv como por Teledeporte. Con 3.500 espectadores en las gradas, los respectivos alcaldes entregados a sus equipos y el encuentro convertido en un ir y venir de emociones, la suerte, el acierto, o simplemente el destino terminó entregando el título al Quesos Cerrato Palencia tras la que es ya la final más larga de la historia tras dos prórrogas.Coqueteando con el ecuador de la media noche, los jugadores palentinos recogieron sobre la pista sus trofeos antes de despedirse de su afición para trasladar la fiesta al vestuario. Un cuartel general en el que, durante sus primeros minutos, no se escuchó ni un solo ruido... ¿el motivo? ¡Faltaba el capitán Urko Otegui! Una vez superado el goteo constante de fotos entre las que no podía faltar una parada con la Peña Basket Morao, el buque insignia del equipo pudo alcanzar el vestuario desatando la fiesta...Con el ya tradicional grito de "vamos mi Palencia, vamos campeón", los integrantes del plantel comenzaron una celebración en la que no faltaron las habituales duchas a los técnicos, la música, los primeros mensajes a la familia y, por supuesto, el primer ágape de la noche con las tortillas de patata de "el chino", uno de los ayudantes del gerente Raúl Villagrá.

La profecía de Marc Blanch, el origen de todo...Aunque fue en el interior del vestuario donde descubrimos el auténtico origen de la Copa... Y es que el recién remodelado cuarto de los jugadores palentinos estrenó el pasado verano un espacio en el que colocar las imágenes de los diferentes títulos conquistados por el equipo durante los últimos años. Desde las Copas Castilla y León a la Copa Príncipe 2015, todos los éxitos tienen su hueco en unas paredes en las que el club dejó una foto en blanco...Este hecho no pasó desapercibido para uno de sus más recientes fichajes, un Marc Blanch que, cinco meses atrás y tras el primer entrenamiento de la temporada (31 agosto), decidió decorar a su manera aquel hueco en blanco. Con dos tiras de esparadrapo y el rotulador de las pizarras, el jugador catalán dejó escrita a sus compañeros la siguiente frase: "Aquí vamos nosotros... 2015/16".Tiempo no le faltó para poder cumplir con su palabra y que es que... ¡Marc Blanch, contigo empezó todo!





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