Pusieron todo de su parte y se dejaron la piel en cada partido pero el destino a veces puede llegar a ser tan caprichoso y justo con un irregular presente como injusto ante la extensa trayectoria de un CB Islas Canarias que consumó el pasado fin de semana su descenso a LF2 tras 33 años ininterrumpidos en la élite..

Lo habían planteado como una auténtica final, casi como el partido más importante de su historia reciente, pero en una competición tan exigente como la Liga Femenina las dinámicas pesan y para el Spar Gran Canaria sus cinco derrotas consecutivas hasta ese momento pesaron más que sus deseos de victoria.

De este modo, la ciudad de Girona y más en concreto Fontajau, serán recordados como el lugar en el que este histórico del baloncesto nacional perdió una categoría en la que han paseado con orgullo durante algo más de tres décadas el nombre de unas Islas Canarias en las que son uno de los ejes fundamentales de la formación. Una derrota calificada por un apenado Mingo Díaz como "un descenso justo" tras una mala temporada que poca justicia hace con la trayectoria y el trabajo de un club familiar que ha acunado en su seno a algunos de los talentos de presente y futuro del baloncesto nacional.

Para el recuerdo los primeros encuentros en el baloncesto profesional de unas Leticia Romero, Yurena Díaz, Leo Rodríguez, Vanessa Ble o Astou Ndour que podrían formar un quinteto de lujo en el baloncesto español e incluso el despertar de todo un talento como Iris Junio quien supone el mejor ejemplo a la hora de explicar el trabajo de cantera del conjunto amarillo.

Y es que el dominio de Iris Junio en los Campeonatos de España es el fiel reflejo de lo logrado por el conjunto amarillo en las grandes citas de la formación. En ellas, el tándem formado por Mingo Díaz y Begoña Santana ha sido capaz de lograr registros para la historia durante los últimos años como los 7 campeonatos junior con 6 de ellos de manera consecutiva (2008-13), los 6 de los 7 últimos títulos cadetes, los 4 campeonatos infantiles seguidos (2010-13) o el triplete logrado durante cuatro años consecutivos en los que fueron capaces de hacerse con el título de manera conjunta en junior, cadete e infantil (2010-13).

Sin lugar a duda el mejor síntoma a la hora de evaluar el estado de salud de un club para el que, a buen seguro, este descenso será muy pronto una mera anécdota. Con una sólida base y el trabajo como emblema de su lucha diaria, el plantel canario estará muy pronto de vuelta.