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17.10.08 | Kantauri (2002 lecturas)

Euroliga 2007/2008: Los jóvenes

Como cada temporada la Euroliga nos deja vencedores y vencidos, proyectos que alcanzan el éxito y proyectos que se quedan en nada, jugadores que gracias a su rendimiento conseguirán un buen contrato y otros cuyos nombres caerán en el olvido. Pero tras todos estos objetivos profesionales, de ahora o nunca, sujetos a la presión del triunfo, aparecen otro tipo de jugadores, otro tipo de nombres, desconocidos en sus primeros pasos para años después estar en boca de todos, los jóvenes que serán los que ocupen estas líneas y las futuras por escribir del baloncesto europeo. La euroliga deja un buen puñado de esperanzas futuras tras cada edición y lo premia instaurando el trofeo a la estrella emergente, cuida de ellos organizando el trofeo junior para los mejores equipos europeos paralelo a la Final Four, los mima, estos chicos serán su propio futuro.

El trofeo al mejor jugador joven llevó inscrito el nombre de Danilo Gallinari. El fantástico alero de Olimpia Milano causó sensación y colocó su nombre junto al resto de grandes jugadores que pueblan el continente. Este alero de 2,02 y 20 años firmó 15 puntos y 4 rebotes de media en 31 minutos de juego, dato significativo de la importancia de un jugador tan joven en una plantilla de euroliga y su buen hacer en la pista. Capaz de correr el contraataque, llevar al poste a su defensor o anotar un triple. Su conjunción de fundamentos, estatura, peso y movilidad es devastadora. Se despidió de la euroliga anotando 27 puntos al Maccabi en Israel. La próxima temporada jugará en la NBA tras ser elegido con el número 6 en el draft por New York Knicks. Al hijo de Vittorio se le quedaba pequeño el continente europeo.

Junto a Danilo aparecen dos nombres unidos inevitablemente al suyo, el de otros dos aleros talentosos de la generación del 88 que también destacaron en la presente euroliga y de magnífico futuro. Omri Casspi juega en Maccabi Tel Aviv y tras aprovechar su paso por Galil Elyon para mejorar y asentarse entre profesionales, ha gozado de minutos y confianza con los amarillos. Sus 2,05 unidos a su facilidad ofensiva para jugar al poste y un carácter fuerte que le hace ser en ocasiones demasiado intenso son garantía de futuro para un Maccabi que se apresuró a renovarle durante el periodo estival.

El trío de esta generación prodigiosa de aleros se completa con el nombre de Nicolas Batum, completo jugador exterior de Le Mans, fuerte físicamente, veloz, visión de juego, grandes fundamentos y que aun debe mejorar su juego ofensivo y regularizar su tiro. Quizás de las tres maravillas del ’88 sea el mas completo (8 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias de media esta temporada) pero el que mas dudas crea dada la frialdad que transmite y la poca intensidad con la que afronta según que situaciones, irregular. Aun así siempre deja muestras de su indudable talento y Casspi solo pudo mirar desde el banquillo como su compañero destrozaba a Maccabi con 24 puntos sin fallo en el tiro, 7/7 en tiros de 2 y 3/3 en triples, 4 rebotes y 4 asistencias. La próxima temporada al igual que Gallinari dirigirá sus pasos hacía la NBA, con destino Portland. Le Mans acusará su baja pero cuenta con más talento joven por exportar y que ya mostró en la presente edición de la competición. En el alero se ubica Jeremy Leloup de 21 años y 2,02 que hace del tiro su arma preferida, una buena muñeca a la que deberá añadir mejora física para destacar en el máximo nivel. Y la otra joya responde al nombre de Antoine Diot. Base de 1,92, 19 años y gran presencia física, esta llamado a ser el director del equipo francés en los próximos años. Correcto director de juego, puede anotar en diferentes situaciones, intenso en defensa, debe mejorar su concentración durante el tiempo que permanece en pista y su consistencia. Continuando en Francia sorprendió el pequeño base de la Chorale Roanne, Marc-Antoine Pellin. Con 1,70, 21 años y salido de la fábrica del INSEP, ha realizado una buena temporada en su debut en euroliga. Base que da un ritmo elevado de juego, veloz en la ejecución de sus movimientos y gran capacidad para asistir a sus compañeros, su mejor virtud. El tiro exterior es su mayor defecto unido a las limitaciones de su cuerpo. A pesar de ellas su intensidad y movilidad le permiten ir al rebote y ser un base completo. Como muestra su partido ante la Roma donde anotó 7 puntos, capturó 7 rebotes y repartió 13 asistencias, todo esto en su debut en la competición y con 20 años. Dejando el magnífico triunvirato de aleros nacidos en 1988, dejando la fábrica fértil del país galo, encaminamos nuestros pasos hacía otro punto de referencia cuando de jóvenes hablamos, los Balcanes. Recuperando el pulso que una guerra abruptamente cortó, el año 1987 fue prolífico en talentos que se han destapado durante la presente euroliga. El viejo maestro, formador de nuevos referentes, artesano de sueños, llevó su pequeño taller a orillas del Bósforo, hasta Estambul. Bogdan Tanjevic, entrenador de Fenerbahce, cuida en Turquía a dos de las perlas eslovenas, ambos de 21 años de edad. Emir Predlzic es un alero de planta fantástica. 2,06 de estatura, cuerpo atlético aunque debe potenciarlo aun más, largos brazos y velocidad suficiente como para complicar la tarea de defenderlo. Buena capacidad para salir tras bote, penetrar y terminar en mate, juega siempre de cara y debe aprender a usar su cuerpo al poste ante aleros con menor talla, no es egoísta y busca siempre al compañero mejor situado. Su principal punto débil reside en lo irregular de su lanzamiento exterior. Tiene mano y capacidad para anotar pero se muestra con poca solidez desde la distancia.

El otro diamante por pulir es Gasper Vidmar, pívot de 2,10 formado en Slovan. Pívot fuerte, de extrema movilidad y con mucho talento en ataque. Recursos infinitos cerca de canasta y buena muñeca, un juego de pies que unido al tamaño y movilidad de Vidmar causa estragos en la pintura. Debe asentar aun su juego creciendo desde una mayor concentración e inteligencia en pista, calmando su carácter e intensidad que le llevan a entrar con prontitud en problemas de faltas. En defensa debe entender mejor las situaciones de juego ya que tiene condiciones para intimidar y resultar un obstáculo difícil de superar para cualquier atacante rival. Ambos eslovenos necesitan tiempo de juego y aun paciencia para su desarrollo, no pueden estar en mejores manos.

Otro de estos talentos balcánicos que juega fuera de su país es Milos Teodosic, apuesta fortísima de Olympiacos el pasado verano. Jugador exterior polivalente que puede desempeñar roles de base y escolta. Su 1,95 m de estatura y buen físico le permiten amoldarse sin complicaciones a cualquiera de los dos puestos. Es muy completo y puede tanto anotar como dirigir el juego de su equipo. Quizás su posición preferente evolucione hacía el puesto de base ya que podría obtener mayor ventaja física y sería una doble amenaza pudiendo tanto dirigir como anotar con similar soltura. Muy intenso y con un comportamiento siempre activo, a sus 21 años tiene un desparpajo fuera de lo común y esta pasada temporada ya ha llevado a todo un Olympiacos con su empuje a victorias importantes. Ante CSKA realizó su mejor actuación con 20 puntos y 4 asistencias resultando clave en la victoria. En un rol parecido al que ocupa Teodosic nos encontramos con el 4º nombre, probablemente el mejor jugador de todos ellos, de esta generación magnífica de talentos procedentes de la antigua Yugoslavia.

Milenko Tepic continúa jugando en su país, en las filas del Partizan Belgrado, donde tuvo una destacada actuación la temporada pasada promediando 9 puntos, 3.5 rebotes y 2 asistencias en 26 minutos de juego, siendo una de las claves del éxito del equipo serbio que se quedó a las puertas de disputar la Final Four. Compañero en el juego exterior de Teodosic cosechando triunfo tras triunfo con las categorías inferiores de Serbia, es otro jugador polivalente, similar en su perfil al del jugador de Olympiacos pero que sus 2,02 m le permiten incluso disponer minutos como alero, pudiendo ocupar los puestos de 1-2-3 con solvencia. Jugador con un completo control sobre las situaciones que ofrece el juego, su aprendizaje, sus fundamentos, le permiten dominar y saber sacar ventaja en el 1x1, 2x2, anotar desde fuera o llevar a un rival inferior en estatura al poste donde hace valer su envergadura y un juego ofensivo desarrollado al milímetro, talento versátil. Generación de baloncesto constante. Ayuda en el rebote, la dirección de juego y en defensa, donde su inteligencia le ayuda a robar balones y estar siempre bien colocado. Puede anotar tanto exterior como a media distancia, debe trabajar en sus penetraciones a canasta y plasmar el grado de determinación que puede alcanzar sobre el parquet. Pecados de juventud como la precipitación, consistencia, irregularidad que solo el tiempo cura y Milenko dispone de una larga carrera por delante, tranquilidad que le permiten sus 21 años. Cuesta buscarle defectos y mantenerse objetivo, frío, sereno, ante el jugador que ya es el genio de Novi Sad y ante el futuro que le aguarda, no muy lejano.

Dentro de la ACB encontramos otros dos jugadores con fecha de nacimiento fijada en 1987 que empezaron a mostrar sus actitudes en la máxima competición continental. En el Real Madrid nos encontramos a Sergio Llull, torbellino de sensaciones sobre la cancha. Este base es una constante fuente de alimentación para el juego de su equipo, siempre en movimiento, activo en defensa, sísmico en ataque, encerrado en un cuerpo privilegiado. Su gran tren inferior le permite estar atento al robo, salir en velocidad al ataque, penetrar de forma perfecta y caer en la precipitación del que se siente capaz de hacer muchas cosas en poco espacio de tiempo, que el paso de los meses y partidos irá corrigiendo, de igual modo que su lanzamiento exterior, que va mejorando y debe convertir en una amenaza ya que será su mejor pasaporte hacía el futuro, dado su primer paso y velocidad ante defensores que intenten ajustar su marca.

El otro jugador reside en Barcelona. El turco Ersan Ilyasova, ala-pívot de controvertidos 21 años, disputó de una campaña irregular con el FC Barcelona. Inicio difícil buscando su adaptación al basket europeo, trayectoria complicada de su equipo y cambio de entrenador. Aun así le dio tiempo a aparecer y dominar el primer partido del TOP 8 ante Maccabi alcanzando los 21 puntos y 9 rebotes, aviso de lo que esta por venir. Aunque no fue el mejor comienzo para este ala-pívot que disfruta jugando de cara al aro, saliendo a lanzar de 3, penetrando con fuerza y velocidad, a menudo en exceso impetuoso. Mejorar su bote de balón, desarrollar su juego en el poste bajo y la capacidad para asociarse con sus compañeros son sus principales labores para evolucionar ofensivamente hacía el jugador total. En defensa su intensidad, sus brazos extremadamente largos y la capacidad de rebotear son garantía. Un jugador complicado de superar, siempre dispuesto al tapón o intimidación con su longilínea presencia, a la espera del fallo y abalanzarse sobre el rechace.

En Turquía en las filas del Efes Pilsen le han buscado un clon, otro de los jóvenes que se iniciaron durante la pasada campaña. Un año menor, Baris Hersek, es una especie de neo-Ilyasova. Alero de 2,05 con mayor capacidad para driblar, más exterior pero con menos fuerza bajo los aros. Otra perla para los otomanos. Al igual que el corpulento pívot de Fenerbahce, Oguz Savas. Otros nombres que fueron haciendo acto de presencia en la Euroliga y quedaron bautizados en una competición donde deberán progresar en un futuro cercano son los del base discípulo de Marciulonis, Martynas Gecevicius (20 años, 1.93m), el también lituano y talentoso pívot Donatas Motiejunas (18 años, 2,13) y el alemán de 20 años y 2,10 m, Tim Ohlbrecht.