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07.10.09 | Kantauri (1786 lecturas)

Análisis del Bizkaia Bilbao Basket 2009-10

Repleta de novedades e ilusiones se presenta la temporada para la entidad bilbaína. Desde el inicio de la lejana 2004-2005 que supuso el debut del Bilbao Basket en la ACB, nunca un comienzo había prometido tanto. Se acumulan varios ingredientes que hacen de la 2009-2010 una temporada llena de promesas, emociones y esperanzas para la afición bilbaína.

- Nuevos retos

El inicio de la nueva temporada significa para el club vasco un reto tan apasionante como difícil, la constatación del progresivo crecimiento al que la directiva del Bilbao Basket se ha mostrado siempre receptiva. Un reto con multitud de caras. La deportiva se afronta con una plantilla renovada, reforzada con jugadores de rendimiento contrastado en ACB como Javi Rodríguez, Álex Mumbrú y Jerome Moïso, más el añadido de Chris Warren, jugador habituado al nivel Euroliga. Un esfuerzo importante. La cara institucional para un club que esta inmerso la celebración de su décimo aniversario y debe intentar adecuar sus estructuras a las nuevas exigencias que se le plantean. Diez años fugaces, convertidos en una carrera contra el tiempo, para asentar al Bilbao Basket en la parte noble de la ACB, viaje que ha llevado al equipo vasco desde la LEB-2 a conocer la presencia en la Copa, dos años consecutivos en la postemporada ACB y la competición europea. Se repite curso en Europa y, si logran superar la previa, volverán los viajes correspondientes a la segunda competición continental, la Eurocup. Viaje veloz al que la directiva bilbaína ha debido encontrar respuestas sin margen de error, con la estabilidad como seña de identidad. Muestra de ello queda simbolizada en la figura de Txus Vidorreta, entrenador presente en nueve de las diez temporadas de existencia del club. Novena temporada consecutiva, al mando del equipo en su trayecto desde LEB-2 a ACB.

La última cara del reto procederá de la capacidad organizativa que va a exigirle la nueva temporada al Bilbao Basket. El principal escollo lo proporciona el cambio de pabellón. El conjunto vasco abandona el vetusto recinto de la Casilla y se muda al Bizkaia Arena con carácter rutinario hasta que este preparado el que se convertirá en el próximo hogar del Bilbao Basket, en Miribilla. La moderna instalación enclavada en el complejo de la nueva Feria de Muestras de Bilbao (BEC) se convierte en la nueva casa de la ilusión bilbaína. Alejada del mastodóntico aspecto con capacidad para más de 12.000 personas de anteriores ocasiones en las que el Bilbao Basket se desplazó a la instalación de Ansio como excepción. El Bizkaia Arena se ha adaptado a las necesidades del club y al tamaño de su masa social dotándose de un aspecto más acogedor y más cercano al parquet, intentando no perder definitivamente la totalidad de las virtudes que ofrecía la Casilla. El club deberá hacer frente a la delicada tarea de acomodar a sus socios del mejor modo posible a la nueva gradería y solventar el problema de localidades con escasa visibilidad y diversas alteraciones en las comodidades de un número de socios que el club ha buscado aumentar con el cambio de pabellón y hacerles base del progreso. Crecimiento necesario y beneficioso pero que debe hacerse de forma sostenible y adecuada a sus aficionados. Un reto para la organización. Igual que supondrá otro desafío para la ciudad de Bilbao y el club la celebración en el propio Bizkaia Arena de la copa ACB. Paso a paso y asentando las bases del baloncesto en Bilbao aprovechando el nuevo recinto deportivo del BEC, tras acoger la supercopa en 2007 y ser elegida como futura sede para el Mundobasket a celebrar en 2014, organizar el evento de la copa’2010 supone otro examen para la capacidad organizativa bilbaína y otro punto ilusionante de la novedosa temporada 2009-2010.

- Estabilidad

El continuo y eterno trabajo táctico de Txus Vidorreta al frente del conjunto bilbaíno sufre una vuelta de tuerca esta temporada a causa de una plantilla reforzada con jugadores contrastados que amplía, sobre todo en la línea exterior, la variedad de recursos y diferentes estructuras con las que Vidorreta podrá alternar. Todo el esfuerzo realizado en el mercado estival ha servido para conformar una plantilla experimentada, con roles bien definidos y complementarios, además de garantizar la estabilidad para el futuro próximo y margen de maniobra en caso de algún imprevisto en forma de lesión o bajo rendimiento. Los fichajes de Javi Rodríguez y Álex Mumbrú unidos al sempiterno capitán Javi Salgado, Vázquez y Guardia, solucionan la cuestión de los cupos y el cumplimiento del marco de contratación actual, con cinco nacionales en una plantilla de 11 más la incorporación de Hampl. El Bilbao Basket se reserva también una plaza de extracomunitario para cubrir cualquier eventualidad que pueda ocasionar el transcurso de la temporada. Estabilidad, previsión y capacidad de maniobra suficientes en manos de Txus Vidorreta.

- Bases complementarios

El puesto de director de juego en Bilbao esta temporada sufre una acusada transformación. Para formar pareja junto a Javi Salgado llega otro Javi, Rodríguez, procedente de una magnífica temporada en filas manresanas. El gallego es un base con capacidad física suficiente para minimizar las deficiencias que presenta en este aspecto Salgado y un jugador con buenas aptitudes en la dirección y el pase. Además es un correcto defensor y un base que ayuda en el rebote. Su condición de cupo y su trayectoria en ACB respaldan el fichaje de un jugador contrastado que ayude en el puesto de director a Salgado. Mientras el recién llegado adquiere ritmo y adaptación a los sistemas bilbaínos, el base de Santutxu afronta su novena temporada al frente del conjunto vasco. Plena garantía y confianza para su entrenador la que ofrece un jugador que sigue progresando y mostrando cada temporada una mayor corrección en sus aptitudes y el modo en que éstas se plasman sobre el parquet.

Salgado aportará desequilibrio y resolución ofensiva, un aspecto en el que Rodríguez no destaca, aumentando la riqueza y variantes que ofrece esta pareja desde el puesto de base. La complementariedad será la nota novedosa, con Javi Rodríguez siendo un jugador más adaptable a Salgado que Janis Blums. Precisamente el letón da paso al siguiente apartado sobre la polivalencia de la línea exterior. El tirador báltico ayudará en el puesto de base, formando un trío de Jotas mas que suficiente para ganar según que partidas, pero esta temporada ocupará el puesto de escolta como posición principal.

- Polivalencia

En las alas presenta el Bilbao Basket su principal renovación de cara a esta nueva campaña. Recker y Quincy Lewis abandonaron la disciplina vasca y Savovic pasó a formar parte de la directiva del club tras dar por concluida su extraña carrera profesional y con una última temporada donde apenas entró en los planes de Vidorreta. El técnico bilbaíno gana un jugador más en la rotación exterior, ocupando Paco Vázquez el teórico quinto lugar entre los escoltas y aleros de la plantilla. Janis Blums jugará de forma habitual como escolta aprovechando su fantástico y desequilibrante tiro exterior mientras que Renaldas Seibutis, en su segunda temporada, deberá ser mas constante en su aportación, pudiendo ocupar tanto el puesto de escolta como de alero dentro de los esquemas de Vidorreta, y aportar en varias facetas de juego que tan bien comprende el lituano. Es una de las incógnitas de la plantilla vasca.

Pasando a las realidades, los dos hombres que completan el juego exterior son los fichajes principales del Bilbao Basket para esta temporada. Dos fichajes de gran experiencia y calidad contrastada al máximo nivel. Chris Warren y Álex Mumbrú llegan a Bilbao para formar la pareja titular en los puestos exteriores y marcar la línea que seguirá el equipo durante la temporada. Por su buen entendimiento y compenetración pasan bastante de las opciones de éxito del club bilbaíno. Ambos jugadores ofrecerán una interesante versatilidad a Vidorreta. El norteamericano llega tras haber disputado las últimas tres euroligas completas y donde ha dado buen rendimiento tanto en la posición de alero acompañando a un tirador como en el papel de máximo referente ofensivo. La temporada pasada terminó como líder de anotación de la primera fase de la euroliga siendo jugador del Avellino aunque sus porcentajes de tiro se resintieron. Mumbrú no necesita presentación. Llega tras proclamarse campeón de Europa, cetro que añade al de campeón mundial, y lleva un amplio número de temporadas en equipos punteros de la ACB. Warren aporta explosividad, agilidad, velocidad mientras que Mumbrú dota a la línea de centímetros, kilos y capacidad para jugar al poste aprovechando su ventaja física. Ambos jugadores son sólidos reboteadores y la versatilidad, las diferentes formas de hacer daño al rival, una de sus virtudes.

Warren alterna el puesto de escolta y alero, mientras que Mumbrú predominantemente ocupa la posición de “3” pero en algún dibujo táctico puede jugar como ala-pívot, amenazando con su tiro exterior. La disposición de los dos jugadores ofrece opciones múltiples. Alinear un juego exterior poderoso con la pareja Warren-Mumbrú, una alternativa con mayor chispa e improvisación con Blums en el puesto de escolta y Warren jugando como alero, posición donde desarrolla su juego con acierto ya que no necesita imperiosamente el balón para atacar. Le gusta aparecer al espacio, cortar hacía canasta y hacer valer su explosividad y agilidad para anotar cómodas bandejas o exuberantes mates. También desde un segundo plano atacar el rebote ofensivo. La conexión entre Mumbrú y Warren, intentando que el norteamericano encuentre la posición más conveniente para desarrollar todo su potencial es una labor interesante para Vidorreta. De ella depende buena parte de la esperanza bilbaína. La polivalencia es un recurso más del variopinto arsenal exterior del que goza la plantilla del Bilbao Basket.

- Dudas interiores

El Bilbao Basket apuesta por la continuidad en su apartado interior. Coronado con una novedad importante como es la de Jerome Moïso. Banic, Markota y Salva Guardia completan la nómina principal de interiores bilbaínos. Marko Banic es un valor sólido en torno al que giran los esquemas de Vidorreta. El croata es un pívot en constante progresión, que va añadiendo nuevos recursos a su juego, utilizando lanzamientos laterales de media distancia y atreviéndose incluso desde el triple. Un arma ofensiva de calidad y un interior capaz de estabilizar toda una batería de pívot. A priori llega un complemento perfecto en cuanto a cualidades sobre el parquet. El francés Jerome Moïso representa lo contrario a Banic. Un jugador cuyo físico le permite intimidación y hacer de su presencia mayor de lo que realmente es. Gran capacidad de salto y envergadura para alcanzar cualquier lugar del tablero, moderadamente veloz y extremadamente ágil, Jerome se convierte en una fuente de puntos sencillos cerca del aro terminadas en mates, palmeos tras rebote ofensivo o bandejas en complicados escorzos, fruto de su inagotable reserva atlética. También es lo contrario a Banic en cuanto a términos de fiabilidad, posicionamiento e inteligencia en pista. Material poco estable. Errores visibles en la colocación defensiva que su salto debe corregir y ayuda a taparlas en ocasiones. El principal problema y la duda respecto al francés se despejará a medida que avance la temporada, y atañen a cómo se involucrará y el grado de intensidad que mostrará en su estancia en Bilbao. Si funciona de forma regular puede ser el escudero necesario, para despejar de choques, descarga en la faceta reboteadora y mediante intimidación colaborar en defensa, de Marko Banic. Si su rendimiento es discontinúo la rotación interior del Bilbao Basket puede acusarlo de modo notable dada lo corta de la misma.

Además otro elemento comparte y aviva las dudas igual que Moïso, Damir Markota. Un jugador de calidad y poder anotador innegable pero en exceso liviano, acostumbrado a aparecer y desparecer con la misma facilidad de los partidos, y que a menudo restringe su juego al tiro exterior. Unidimensional. Si la pareja Banic-Moïso funciona no existe problema. El trabajo de Salva Guardia está asegurado, con sus limitaciones, pero el valenciano ofrece desde su menor potencial trabajo en la pintura y en el juego colectivo. Entonces Markota pasaría a convertirse en un elemento extraño capaz de reventar un partido a base de triples difíciles de defender. Un jugador incomodo para la defensa rival por los espacios que abre y por estar permanentemente fuera de la norma, de lo corriente. Tan fácil aparece como no se ubica. Un peligro latente. Dependiendo del rendimiento del recién llegado Jerome Moïso, el papel de Markota recibirá uno u otro juicio. Ambos jugadores y lo corto de la plana interior despiertan las dudas.

- Ilusiones renovadas

De un modo u otro la plantilla construida y todas las novedades que entraña esta nueva temporada para la entidad bilbaína han supuesto un impulso y una renovación de las esperanzas e ilusiones puestas en el equipo para el aficionado. El primer test serio llegará con la eliminatoria frente al Donetsk. Bilbao ansía repetir presencia en Europa y todo pasa por superar una previa con muchas contraindicaciones como para ser tomada como mero trámite. El ingreso en la Eurocup puede suponer el inicio de los sueños de la parroquia bilbaína. Disfrutar de la Copa, de la parte noble de la clasificación ACB y repetir presencia en Turín suena a ambición y sitúa la temporada que recién comienza con unos ingredientes inmejorables para ser digerida. La esperanza y la ilusión están justificadas. Cumplir unas expectativas cada vez más grandes, y resaltadas por los movimientos en un mercado estival a la baja tras la demolición de los “paraísos del Este”, será cuestión a decidir en el parquet. Un reto constante.

FOTOS: AITOR ARRIZABALAGA / BIZKAIA BILBAO BASKET